De muy graves y comprometedoras pueden 
considerarse las declaraciones de Juan Carlos Varela reconociendo que 
hay más “políticos” y miembros de la Policía implicados en caso de 
narcotráfico, luego de la detención de un subteniente de SENAN y del 
“Honorable” Representante del Corregimiento de Viento Frío de Colón, 
miembro del PRD.
Las declaraciones de Varela no son 
nuevas. El 19 de diciembre de 2015 dejó entrever que el narcotráfico 
podría estar infiltrándose entre la clase política del país y que no 
toleraría “el crimen organizado en la política”.
El 7 de enero de este año, dijo “que saldrán más casos de funcionarios ligados al narcotráfico”.
Por su parte, el ex ministro de 
Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera, reveló el 20 de marzo de este año 
que “se están investigando” casos de políticos presuntamente ligados al 
narcotráfico, aunque no dio nombres.
Mucho antes, en el gobierno pasado, el 
11 de abril de 2013, el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, 
advirtió de la penetración ‘real, verdadera y diaria’ del narcotráfico 
en la campaña electoral que se viene. Esta, dijo, está ocurriendo en 
circuitos ‘importantes’ que tienen salida al mar y estructuras 
portuarias, y apunta a aspirantes a representante, alcalde y diputado. 
(La Estrella de Panamá)
En otras palabras, son más de tres años 
revelándose estas informaciones y hasta ahora solo se conocen de dos 
detenidos. Las autoridades se niegan a dar el listado de los mal 
llamados políticos implicados en estos actos ilícitos.
Como si no bastará con los escándalos de
 los “Panama Papers” y la Lista Clinton, ahora se agrega el caso de la 
narco política en Panamá.
Es un secreto a voces la infiltración 
del narcotráfico en los partidos tradicionales. A lo interno bandas del 
crimen organizado apoyan facciones y financian campañas. El narcotráfico
 ha penetrado a las instituciones del país y esto es un tema de extrema 
gravedad.
Nuestro pueblo quiere saber quiénes en 
verdad gobiernan, administran justicia, legislan y supuestamente velan 
por la seguridad de los panameños. El pueblo quiere conocer la verdad y 
el listado de todos los involucrados en este caso de narco política.
Mientras Varela habla que los estamentos
 de seguridad están penetrados por el narcotráfico, les concede 
generosos aumentos y los utiliza en su escalada represiva contra el 
pueblo que clama por agua u otras necesidades, contra los indígenas que 
protestan por el sucio pacto de Barro Blanco o contra los estudiantes 
que se solidarizan con ellos y como amenaza a los trabajadores que se 
aprestan a enfrentar perversas medidas en la Caja de Seguro Social y 
otras injusticias, como el aumento de la edad de jubilación.
Igualmente, mientras invita a los 
partidos tradicionales a “depurarse”, protege a copartidarios suyos como
 Ramón Fonseca Mora, cuyo bufete, como otros, ha ayudado a la mafia 
internacional a esconder fortunas y lavar dinero.
Lo revelado y admitido por el Sr. 
Presidente reitera la podredumbre de nuestras instituciones y la 
necesidad urgente de una Asamblea Constituyente Originaria, con plenos 
poderes y autoconvocada por el pueblo, como única y real salida a esta 
crisis.
El llamado del Presidente a los partidos
 a “depurarse” del narcotráfico es una quimera. Las cúpulas de los 
partidos tradicionales están atrapadas por estas bandas criminales. La 
justicia debe funcionar.
Desde el Frente Amplio por la Democracia
 (FAD) llamamos al pueblo a exigir que estas denuncias no queden en 
simples palabras que se lleva el viento o como simple chantaje a 
“políticos” para controlarlos y mantener pactos (tal como pretendió 
Mulino con sus declaraciones en el gobierno pasado), que se investigue a
 profundidad, se revelen los nombres de todos los implicados y, como los
 pobres, sean conducidos a la justicia.
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