
A 50 años de fundación: RESISTENCIA ESTUDIANTIL POR LA LIBERACIÓN!
Cincuenta años de Digna Resistencia
La identidad de toda nación, pueblo e
individuo, es la expresión de su voluntad de querer vivir libremente
conforme a sus propios designios, de desarrollarse plenamente según sus
necesidades materiales y espirituales, de luchar con todas sus fuerzas
para lograr los fines que se ha propuesto a sí mismo.
Pero la identidad de todo ser es negada
al serle arrebatada su libertad, imponiéndole intereses ajenos a sus
propias decisiones y necesidades, sometiéndolo y subordinándolo a otro,
quien lo domina y explota para sus propios fines.
La negación sin embargo, es solo eso, la
supresión de lo que se es, porque dentro de una relación opresiva, la
identidad no se define jamás por la condición de oprimido, sino por la
de sujeto que lucha por su liberación, por recuperar el control sobre la
vida, y ser nuevamente dueño de su destino. No somos lo que niega
nuestra vida, somos la vida que lucha por afirmarse.
Es nuestra historia la de un país cuya
vida está marcada por esa lucha por la liberación, y es el FER-29 en sus
50 años de existencia, portador de ese espíritu emancipatorio que se
niega a morir, y el cual seguirá vivo hasta que seamos verdaderamente
libres como pueblo y nación.
El FER-29 ha resistido por cinco
décadas, manteniendo vivo nuestro anhelo de ser una Patria soberana,
sobreviviendo a los embates del cómplice del momento, del imperialismo
estadounidense, sea esta una dictadura sanguinaria o una falsa
democracia, resistiendo traiciones, mentiras, persecuciones,
ofrecimientos, torturas y asesinatos, constituyendo con su ejemplo de
dignidad a pesar de las adversidades, una semilla de esperanza para el
futuro de Panamá.
Panamá nace como nación bajo la
oprobiosa sombra del imperialismo estadounidense, el cual desde 1846,
con el tratado Mallarino-Bidlack, hizo de nuestra posición geográfica un
eslabón fundamental en su estrategia de dominio continental. Esa
posición geográfica, predestinada por Bolívar para ser puesta al
servicio de los más altos intereses de la paz, fue apropiada por los
Estados Unidos para la guerra, coronando medio siglo de intervenciones
militares con los Tratados Hay-Bunau Varilla de 1903.
El pueblo panameño nunca dejo de luchar,
así como ningún ser esclavizado aún bajo las condiciones más oprobiosas
deja de tender hacia su libertad. Y es con el cumulo de resistencias en
las décadas de los 40 y 50, bajo el liderazgo de una juventud
patriótica y popular, que el movimiento de liberación nacional alcanza
su más elevada expresión en los 60, logrando la ruptura con la condición
colonial el 9 de enero de 1964, con el pueblo panameño asumiendo y
ejerciendo la soberanía para exigir la expulsión del invasor de una vez
por todas.
Y es a partir de estas luchas por la soberanía, que el 5 de mayo de 1966, nace el Frente Estudiantil Revolucionario.
El destino de toda organización le viene
dado por la semilla que la germina, y la semilla que da fruto al FER-29
es el legado de Floyd Britton, uno de los máximos exponentes del
proceso de liberación nacional y social, un panameño que consagro su
vida a la revolución en Panamá y en toda Nuestra América.
La necesidad de encontrar una pronta
solución al conflicto canalero, ante la demostración de fuerza del
pueblo panameño el 9 de enero de 1964, que evidencio la insostenibilidad
del statu quo colonial, movió a los Estados Unidos a intentar modificar
los términos de la relación pactados en 1903, pero sin sacrificar su
hegemonía sobre la zona de tránsito, indispensable para su dominio
geopolítico de las Américas.
Es Floyd Britton, en la conferencia de
la Organización Latinoamericana de Solidaridad (O.L.A.S.), en Cuba,
quien dio a conocer el contenido del tratado Robles-Johnson, mejor
conocidos como tres en uno, que buscaba perpetuar el control
estadounidense sobre Panamá. La denuncia de Floyd resonó en Panamá,
desembocando en un amplio rechazo popular que obligo a la Asamblea
Nacional a votar en contra de los tratados.
Ante un pueblo que había despertado de
su letargo, indispuesto a aceptar nada menos que la independencia
absoluta, Estados Unidos opta por imponer su solución a la fuerza,
aupando una dictadura de seguridad nacional, para doblegar y domar al
pueblo bravío. Se dispuso primero a exterminar todo liderazgo que
representara un peligro para su plan, sembrando el terror como disuasivo
a toda futura oposición, para después pasar a cooptar a los remanentes,
comprando las conciencias de aquellos supuestos opositores que pudieran
serle útil para legitimar su proyecto.
Es por ello que apresan a Floyd Britton
inmediatamente después del golpe del 11 de octubre de 1968, temiendo su
arraigo popular y reconociendo su espíritu incorruptible, para someterlo
por más de un año a cruentas torturas, hasta finalmente asesinarlo el
29 de noviembre de 1969.
El Frente Estudiantil Revolucionario
asume el legado de Floyd Britton, bautizando su organización FER-29,
recogiendo su ideario y continuando su causa, reconociendo en la vida de
Floyd Britton una síntesis de las más altas aspiraciones históricas del
pueblo panameño.
La bandera de Floyd Britton es el
estandarte de las luchas de un pueblo por alcanzar la plena soberanía,
concebido a través de la articulación continental de las luchas
revolucionarias de Panamá y de todas las naciones de la Patria Grande.
Es la fe en una revolución que arrase con todas las oligarquías
entreguistas, expulse al imperialismo de nuestras tierras, y construya
una Patria socialista y democrática que se constituya en referente de
esperanza para la humanidad.
Esa es la bandera que recoge el FER-29, y
por la cual es fulminado Jorge Camacho, al oponerse a los tratados
Torrijos-Carter de 1977, que reproducían el espíritu entreguista de los
tratados Robles-Johnson. La dictadura intento imponer por la fuerza unos
tratados que planteaban términos que el pueblo ya había rechazado una
década antes.
Jorge Camacho es asesinado, como también
lo fueron antes Victoriano Lorenzo y Floyd Britton, y como también lo
han sido todas las figuras incomodas al poder. Consolidaron con estos
tratados nuestra condición de protectorado, transfiriéndonos la
administración del Canal pero no la soberanía sobre este, que
continuaría en manos del Pentágono, negándonos efectivamente la
independencia por la que habían muerto antes nuestros mártires el 9 de
enero de 1964.
Si la identidad se construye en la
lucha, el FER-29 ha forjado su espíritu en la resistencia. Mientras
centenares de supuestos revolucionarios traicionaban la causa a cambio
de prebendas, el FER-29 continuo y continua firme, nunca perdiendo de
vista que la causa final por la cual perdura como organización, sigue
tan vigente hoy como cuando asesinan a Floyd Britton y a Jorge Camacho.
El FER-29 no es un grupo más, es una
institución, un cuerpo de principios y anhelos revolucionarios que
sobreviven al paso del tiempo, de los cuales son portadores todos los
hombres y mujeres que los asumen como su identidad, y que definen su
condición de dignidad.
Es la dignidad de quienes se mantienen
firmes en su compromiso con la causa, de quienes no se dejan amedrentar
por la represión o tentar por el privilegio, de quienes aún en las
condiciones más desventajosas, soportando las privaciones y penurias
propias de quienes se oponen al poder, se mantienen dispuestos a hacer
estos y todos los sacrificios que el deber revolucionario les exija,
porque saben que la causa que portan es superior a cada uno de nosotros
como individuos, porque es la causa de un pueblo, de una humanidad, de
una especie.
Por eso es que aún enemigos que cuentan
con un arsenal casi inagotable de dinero y armas para cooptar y reprimir
a todo aquel que se le oponga, no logran acabar con el FER-29, porque
este cuenta con aquello que el enemigo nunca tendrá: la verdad. La
verdad de quien lucha por la libertad de un pueblo para vivir
dignamente.
Y mientras el FER-29 sea portador de esa
verdad, jamás podrá ser derrotado, porque solo es derrotado el que deja
de luchar, y por cincuentas años el FER-29 ha luchado, y seguirá
luchando incansablemente por todos los años que sean necesarios hasta
que alcancemos nuestra verdadera y definitiva independencia.
Por: Richard Morales
Juventudes del FAD, en el Cincuentenario el FER-29
Juventudes del FAD, en el Cincuentenario el FER-29
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