Por Genaro López
Reconstruir la historia desde la visión de la clase obrera y
emprender la lucha para la transformación social, constituye el proyecto
histórico de la clase obrera. Al conmemorarse 130 años de la gesta
heroica del proletariado, presentamos algunos hechos históricos que
marcaron el 1 de Mayo de 1886.
A partir del momento histórico conocido como ‘Revolución industrial
‘, se pone al descubierto cómo la incorporación de la máquina al proceso
de producción, no jugó un papel neutral sino que favoreció al capital.
El proceso de la revolución industrial generó en Europa, y especialmente
en Inglaterra, huelgas y luchas. El obrero veía las máquinas como su
enemigo, debido a que los estaba expulsando de sus puestos de trabajo,
al igual que intensificaba la explotación, pero no identifica al
capitalista como la base de la misma. Esta realidad generó de manera
temprana la necesidad de organizaciones de trabajadores.
En 1792, surge la ‘Sociedad Correspondiente de Londres ‘, que logra
aglutinar 80 000 afiliados exigiendo reivindicaciones laborales. La
respuesta de la clase dominante (empresarios), se dejó sentir,
promulgándose en Inglaterra en 1799 la ‘Ley contra las huelgas y las
Asociaciones de Obreros ‘, la cual estableció duras sanciones para los
obreros que la ‘violaran ‘, incluso, la pena de muerte. Los obreros no
descansaron en sus luchas, surgen organizaciones secretas, logrando a
través de la lucha que en 1819 se aprobará la primera ‘ley de fábricas ‘
de Inglaterra, la cual contenía algunas de las preocupaciones de los
obreros sobre las máquinas y la jornada de trabajo.
Ante la desaparición de la Sociedad Correspondiente de Londres, y el
nuevo empuje de los obreros, nacen en 1836 la Asociación de Obreros de
Londres y la Gran Liga del Norte. Estas dos asociaciones dieron origen
al denominado ‘movimiento cartista ‘, llamado así porque su principal
forma de lucha eran cartas que planteaban reivindicaciones obreras y las
mismas se presentaban al Parlamento con grandes movilizaciones obreras.
Destaca en la historia la relación entre las luchas obreras
reivindicativas con la lucha política. Las reivindicaciones obreras no
se circunscribieron a cuestiones económicas. Desde temprano el
movimiento obrero lucha para que se respete su derecho a la
organización, que se establecieran límites a la jornada de trabajo, que
se hicieran leyes de protección para las mujeres y niños; y señalaron
también, reformas del Parlamento inglés, el derecho al voto para todos,
ya que para entonces solo podían votar los que tenían ingresos
superiores a los 700 dólares.
En el marco de este proceso histórico, el 28 de septiembre de 1864
nace la Asociación Internacional de los Trabajadores, conocida como ‘La
Primera Internacional ‘. Allí, Carlos Marx refrendaba su histórico papel
en las luchas del movimiento obrero mundial.
En el primer congreso de la Internacional de Trabajadores (1866), se
plantea la reivindicación de ‘los tres ochos ‘: 8 horas de trabajo, 8
horas de esparcimiento y 8 horas de sueño reparador; constituyéndose en
ese entonces en una de las principales banderas del movimiento obrero.
(Para esa fecha la jornada de trabajo era entre 12 y 16 horas diarias).
Desde entonces la lucha se acentúa, el 1 de Mayo de 1886, se inicia
en Chicago una huelga general, en base a los acuerdos de los dos últimos
congresos, la cual duró varios días. Mientras se desarrollaban las
conversaciones para resolver el conflicto, se genera una ola de
represión policial, provocando muertos, heridos y detenidos. Entre los
detenidos: August Spies, Albert Pearsons, Adolf Fischer, George Engel,
Luis Lingg, Michael Schawb, Sanuel Fielden y Oscar Neebe, para los que
el fiscal pide la pena de muerte. El 20 de agosto fueron sentenciados a
muerte, excepto Neebs, a quien se le condenó a 15 años de cárcel. Antes
de su ahorcamiento, Spies gritó: ‘Llegará el día en que nuestro silencio
será más poderoso que las voces que ahorcan ‘. La lucha del movimiento
obrero y popular hasta nuestros días confirma que sus palabras fueron
certeras.
SECRETARIO GENERAL DE CONUSI-FRENADESO.
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