Otra ineficiencia en la gestión de Varela, que compromete la salud de los panameños, es el suministro del servicio de agua potable
Genaro López
Los gravísimos problemas que confrontan
los asegurados, a tres años de Gobierno de Varela, revelan la
continuidad de una política pública que desatiende las demandas
sociales, generando desesperación de la población ante la falta de
medicamentos, la demora en las citas con especialistas, la mora
quirúrgica y la falta de instrumental hospitalario. Se trata, tal como
ha señalado Frenadeso de una ‘crisis provocada', a fin de justificar la
privatización de la salud. Un claro ejemplo es la medida de
externalizar las cirugías cardiovasculares que debe atender la CSS.
Cada nuevo director de la Caja ha utilizado el discurso de llevar a
manos privadas estas cirugías, con el sabido costo más alto, para
‘resolver' la mora, misma que sigue manteniéndose en la medida en que
no se toman los correctivos para crear las condiciones necesaria que
permitan a la CSS desarrollar el proceso. De esta forma, se garantiza
el negocio a los cuatro complejos hospitalarios privados más grandes
del país.
En este marco avanzan en la imposición
del proyecto de fusión CSS-Minsa, hoy bajo la figura de Sistema
Nacional Público de Salud (SNPS), mismo que ha sido rechazado por la
población en todas sus manifestaciones (Consalud, ANAS, SUPS, APP),
pues constituye un mecanismo privatizador de la salud. Este proyecto
pretende colocar la responsabilidad de financiar el sistema de salud
con los fondos de la CSS.
Otra ineficiencia en la gestión de
Varela, que compromete la salud de los panameños, es el suministro del
servicio de agua potable. La falta de agua potable de manera permanente
afecta a once de cada diez panameños, pero el problema se agrava cuando
un tercio de los que se supone reciben de manera permanente el
servicio no lo tiene. Para muchos, este problema recurrente está
dirigido a crear las condiciones para su privatización, viejo proyecto
acariciado por este y los anteriores Gobiernos (recordar intento
privatizador de Pérez Balladares-PRD y Ricardo Martinelli-CD). La
creación de la Autoridad del Agua está dirigido a sentar las bases para
la externalización del servicio, so pretexto de resolver el problema,
situación similar se dio con la creación de la Autoridad de Aseo, donde
se prometió que sería resuelto el problema de la recolección de la
basura, pero hoy por todo Panamá encontramos ‘pataconcitos'.
En este tema, siguiendo la ola
privatizadora, se encuentra en la Asamblea Nacional el Proyecto 396 que
‘Reorganiza el Idaan y subroga la Ley 77 de 2001'. En la exposición de
motivo del proyecto, se reconoce que las bases de la propuesta se en
marca en el presentado por la Administración de Martinelli.
Los panameños hemos sufrido en carne
propia el resultado de las privatizaciones, servicios más ineficientes,
más costosos y despidos masivos de trabajadores (ver electrificación y
telefonía). Los panameños no olvidamos que quienes hicieron posible su
privatización se embolsaron sumas millonarias. No olvidamos que hoy
hay más panameños sumidos en la desatención social. Sin duda, quienes
han sabido aprovechar el proceso privatizador ha sido el sector
empresarial, cuyo intereses han sido agenda permanente del Ejecutivo.
El pueblo panameño no olvida que cuando
se privatizó el servicio de energía y telecomunicaciones, se
utilizaron tácticas dirigidas a provocar la ineficiencia en el
suministro del servicio, a fin de desesperar a la población y aceptar
su privatización. Hoy la estrategia parece ser la misma.
Para los panameños es claro que detrás
de los procesos privatizadores están los ocultos intereses de quienes
integran la mafiocracia de este país, que continúan al acecho del
Estado para seguir usufructuando de los recursos del pueblo.
Solo un Gobierno surgido de las
entrañas del pueblo podrá brindarnos democracia real, justicia social y
acabar con la corrupción, impunidad y el autoritarismo existente.
Construyamos nuestra propia alternativa: Frente Amplio por la
Democracia (FAD).
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