Hoy, cumpliendo los requisitos que
demanda el Código Electoral, el Frente Amplio por la Democracia (FAD),
ha celebrado su Congreso Constitutivo con el cual debe adquirir, luego
de vencidos ciertos plazos, su carácter de partido político debidamente
legalizado.
El pueblo recupera así su
instrumento político electoral, incorruptible e insobornable que brinda
una alternativa al pueblo humilde, honesto y trabajador, lejos de las
prácticas clientelistas y bochornosas en que han incurrido los partidos
tradicionales que han hecho d de las elecciones un mercado de compra y
venta de votos, donde las chequeras han valido más que las propuestas.
Hoy
más que nunca se ratifica la necesidad de un partido político de nuevo
tipo. Ante los ojos estupefactos del pueblo, se transcurren una serie de
hechos que avergüenzan a los panameños dignos. Hoy se confirma como una
élite económica desde los albores de la República diseñó un Estado para
delinquir y robarse el presupuesto nacional. Las arcas del Estado son
la principal fuente de acumulación de verdaderos ladrones de cuello
blanco que se benefician de la impunidad y de la justicia corrupta. Los
casos Odebrecht, Panama Papers y otros que han transcendido a escala
mundial pueden ser enterrados para siempre por esa misma justicia
corrupta, porque con ello se benefician todas las cúpulas de los
partidos tradicionales, los integrantes de los últimos tres gobiernos,
empresarios inescrupulosos, bancos que sirvieron de lavaderos y los
grandes bufetes del establishment, en medio de la manipulación de los
medios y de elementos del poder económico que buscan sacar provecho de
la situación para imponer próximamente como magistrados a individuos de
su preferencia y así seguir con su fiesta.
Estamos
llamados a acabar con estas mafias que se apropian de recursos vitales
para poder atender las grandes demandas sociales en materia de salud,
educación, vivienda, transporte y obras púbicas y sociales.
Nuestro
pueblo no puede ser condenado a vivir para siempre en este estado de
injusticia y corrupción ni seguir en el deshonroso ranking mundial de la
desigualdad. La brecha entre ricos y pobres se sigue extendiendo. Y al
pueblo se le pretende arrebatar lo poco que queda de empresas e
instituciones de carácter público, como es el caso de ETESA y el IDAAN,
mientras que con calculados propósitos de privatización, se deteriora la
salud, la seguridad social, el transporte público y la educación, para
seguir favoreciendo la voracidad de los 115 ultramillonarios y las
corporaciones extranjeras.
El Frente Amplio por la Democracia resurge para ponerle un alto a toda esta situación.
Pero
somos conscientes que tan gigantesca tarea no la podemos emprender
solos. Hace falta el concurso de otras organizaciones y mujeres y
hombres que se identifican con el objetivo de construir una patria para
todas y todos y agitan también la necesidad de una Asamblea
Constituyente Originaria con plenos poderes, como única y real salida a
la crisis que enfrentamos.
Hoy
comenzamos así a formalizar un espacio de unidad y de encuentro de ideas
y debates. Llamamos al conjunto de las organizaciones populares,
movimientos sociales y fuerzas de izquierda a sumarnos a este proyecto
en construcción, a que sepamos convivir con nuestras diferencias y
avanzar con los que nos une.
Se abre
grandes posibilidades para proponer al pueblo una oferta electoral
distinta con candidatos populares. Pero más allá de lo electoral se nos
presenta una nueva oportunidad para organizar y concienciar al pueblo.
Desde hoy mismo se inicia el proceso de estructurar y organizar una
fuerza invencible que debe ser el compromiso y el objetivo de todo aquel
que se considere en Panamá, patriota, progresista y revolucionario.
Dedicamos
este Congreso que se ha celebrado en un espíritu de hermandad, unidad y
lucha, a todos los héroes y mártires del pueblo, desde Urracá y los
pueblos originarios que resistieron el dominio español, pasando por
Bayano, Felipillo y demás cimarrones, los del incidente de la Tajada de
Sandía, Pedro Prestán, Victoriano Lorenzo, los de la gesta inquilinaria,
los que rechazaron el Convenio de bases militares Filós Hines gesta que
próximamente cumple 70 años en el mes de diciembre, los de Mayo del 58,
los héroes y mártires de Cerro Tute, los de la gloriosa gesta del 9 de
enero, la página más brillante de nuestra historia; los guerreros que se
alzaron en amas para resistir los duros días del cruento golpe de
estado de 1968, a Polidoro Pinzón, Jorge Camacho, Chicho Cubas, Herbert
Quintanar, Encarnación González, los hermanos González Santizo, Evaristo
Vásquez, Bolívar Barría, Andrés Achong, Diana Morán, Herbert Nelson,
los hermanos Floyd y Federico Britton, y los mártires obreros Yito
Barrantes, Osvaldo Lorenzo, Luiyi Argüelles, Al Iromi Smith, y nuestra
inolvidable integrante del FAD, Demetria Montenegro Ramos, mártir de la
lucha comunitaria, y tantos otras mujeres y hombres que dedicaron su
vida y todo su amor al pueblo.
También
honramos los 100 años de la primera revolución obrera, la revolución
bolchevique, al Che Guevara en los 50 años de su asesinato y al
comandante Fidel Castro, próximo a cumplirse un año de su desaparición
física.
Este Congreso ha expresado su
solidaridad con los pueblos y gobiernos progresistas en lucha y bajo el
asedio constante del imperialismo.
Ha
vuelto la esperanza a Panamá. Como el ave fénix renace el Frente Amplio
por la Democracia. Sabemos que el camino será duró y difícil, pero
sabremos resistir y derrotar los ataques de los enemigos del pueblo y el
cerco informativo que busca invisibilizarnos. Nos enfrentamos a fuerzas
con inmensos recursos acrecentados por unas reformas electorales
antidemocráticas que representan un atraso a pesar que se pretenden
presentar como la panacea.
Pero para los pueblos nada es imposible. Y no descansaremos hasta que el nuestro sea Gobierno.
Saludos compañeros.
Felicitaciones por este Congreso.
Feliz retorno a sus hogares a todos los delegados e invitados internacionales que nos honraron con su presencia.
¡Ha vuelto la esperanza a Panamá!
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