¿Cómo es posible que se refuercen en la esfera pública las
conductas de negociado, nepotismo, corrupción e impunidad? ¿Quién
prometió en elecciones que acabaría con estos métodos? Juan Carlos
Varela. Pero hoy, no solo mantiene y ratifica en sus cargos algunas
autoridades de la administración anterior, sino que nombra a personeros
altamente cuestionados por sus acciones en el quehacer público.
Lo que sucede en la Caja de Seguro Social es un claro ejemplo de
ello. No solo Estivenson Girón, director de la Caja, tiene conflictos de
intereses en la medida que empresas vinculadas a él son proveedoras de
la institución, sino que ahora nombra a Jaime Alemán como director de
Prestaciones Médicas, quien está vinculado a la empresa Ortosistemas,
también proveedora de la institución. Es decir, se impone la misma
tónica de Guillermo Sáez-Llorens en términos de ver a la Caja como
fuente de sus negocios personales. Siendo así, ¿cuál será la
transparencia en el uso de los recursos de la CSS, que es una de las
mayores empresas (carácter público) del país?
A su vez, en una medida de última hora la Junta Directiva de la CSS,
constituida ilegalmente y con el silencio de la representación sindical y
gremial, acordó legalizar la impunidad para salvar a Guillermo
Sáez-Llorens y sus secuaces de ser procesados por actos de corrupción,
desgreño administrativo, malversación de los fondos de los asegurados y
contratos con empresas sin idoneidad.
Por otra parte, el nuevo director de la CSS señaló que la ciudad
hospitalaria no cuenta con los recursos necesarios, por lo que deja
entrever la posibilidad de aumentar los años, cuotas y densidad a los
asegurados; las famosas medidas paramétricas.Mientras tanto los
problemas en la Caja de Seguro Social se mantienen: desabastecimiento de
medicinas, falta de insumos e instrumental quirúrgico, mora quirúrgica,
deterioro de la infraestructura, sobrecarga del recurso humano,
suspensión de citas médicas, muerte de pacientes por KPC.
Todas estas nefastas acciones se dan a espalda de los verdaderos
dueños de la CSS, los trabajadores y sus beneficiarios, a quienes no se
les informa y no se les considera en la toma de decisiones.
Este ocho de octubre se cumplen los llamados 100 días de Varela al
frente del Gobierno. A la fecha, no hay cambios, es más de lo mismo:
sobresale el beneficio de los intereses del círculo cero, de los 105
ultramillonarios del país; se sostiene la impunidad; se continúa el
nepotismo; se encarece la canasta de necesidades básicas; sigue la lucha
de los educadores ante la deuda salarial que les mantiene el MEDUCA;
las protestas por falta de agua potable son permanentes; los problemas
ambientales persisten.
Tal como planteamos desde el Frente Amplio por la Democracia (FAD),
en medio del proceso electoral, se requiere de un Estado Ético, por lo
cual es necesario derogar todas aquellas leyes y decretos que protejan e
impidan investigar a funcionarios corruptos en el ejercicio de las
funciones públicas o sean freno a la trasparencia del quehacer del
sector público. Igualmente se requiere de un gobierno ético, que una vez
más se demuestra no puede provenir de los partidos tradicionales, pues
éstos responden a los grupos de poder económico que ven la esfera
pública como un espacio para incrementar sus ganancias a costilla del
pueblo, y que además terminan estableciendo entre ellos pactos de no
agresión para que nada pase, ‘no investigan, no juzgan y no condenan a
corruptos y corruptores’.
Para acabar con este ‘establishment’, es necesario que el pueblo se
organice, se movilice y exija a los gobernantes que se juzgue y
encarcele a ladrones de cuello blanco, que separe del quehacer público a
todas las autoridades que presentan conflictos de intereses respecto a
sus cargos.Es urgente impulsar la Constituyente Originaria, como único
vehículo que rompa con esta nefasta institucionalidad. Solo así podrán
establecerse las bases para refundar el país por los senderos de una
sociedad con justicia y equidad social.
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