Los medios de comunicación social han manifestado a los consumidores
que nuevamente aumentará el precio de la energía eléctrica.
Los medios de comunicación social
han manifestado a los consumidores que nuevamente aumentará el precio de
la energía eléctrica, esta vez bajo la consideración del ‘incremento en
los costos de generación eléctrica’, según anunció el secretario de
Energía, Vicente Prescott. La tarifa de electricidad aumentará a partir
del 1 de julio próximo, sin embargo la población aún desconoce el monto
de la misma. Recordemos que en el 2013 la tarifa de energía eléctrica
para los clientes residenciales se incrementó, generando un efecto
multiplicador en los precios de los otros bienes y servicios.
El incremento del precio de la energía
eléctrica es el pretexto ideal para que el resto de los productos y
servicios aumenten, causando lo que se llama una espiral inflacionaria,
donde los precios suben sin ningún freno, porque las autoridades son
incapaces de frenarlos.
Panamá
se ha constituido en uno de los países de América Latina con mayores
tarifas por la prestación del servicio de energía eléctrica. Este
aumento a la tarifa de la energía eléctrica constituye otro golpe al
bolsillo del pueblo panameño, quien ve cómo se pierde el poder de compra
de los salarios, sin que se ponga freno a esta espiral alcista.
En Panamá,
el 48 % de la PEA ocupada devenga salario entre 100 y 400 dólares
mensuales, lo cual no cubre el costo de la canasta ampliada. Ello
explica por qué en Panamá tres de cada
diez personas ocupadas se encuentran en situación de pobreza total y
aproximadamente una de cada diez es extremadamente pobre. La mayor
incidencia de la pobreza total se observa en los trabajadores
familiares, los jornaleros y trabajadores independientes.
Con este nuevo incremento, a los
panameños les preocupa en cuánto se colocará el costo de la canasta de
alimentos, que hoy ronda los 350.00 balboas mensuales y el costo de la
canasta general, que ya supera los 1,000.00 balboas mensuales. Como es
de esperar, para los empresarios el aumento no significa nada, pues lo
trasladan a los consumidores; además, Y es que a los sectores de mayor
poder económico no les afecta el costo de la vida; tienen recursos de
sobra para satisfacer sus necesidades y mucho más. A su vez, las
empresas del sector eléctrico siguen recibiendo subsidio que le
garantiza máximas ganancias, mismos que al fin y al cabo pagamos los
asalariados a través de nuestros impuestos.
El pueblo ya no aguanta más el elevado
costo de la vida: comida cara, aumento de los precios de los
combustibles, de los medicamentos, de la tarifa de la energía eléctrica.
El costo de la vida lacera los estómagos y los bolsillos de todos los
trabajadores panameños, y eso junto a la creciente informalidad laboral
se constituye en un atentado contra el derecho a la vida digna del
pueblo panameño.
Desde Frenadeso y el FAD hemos propuesto
la necesidad de levantar una Estrategia Energética de país que responda
a nuestros recursos e intereses nacionales y privilegie el acceso a
formas y fuentes de energía sustentables, al mismo tiempo que responda a
un desarrollo económico para la vida y no al acrecentamiento de las
ganancias y prácticas consumistas derrochadoras de recursos.
Los panameños tenemos que enfrentar esta
ola alcista y especuladora de los precios; exigir la disminución y
control de precios de todos los artículos que integran la canasta básica
de alimentos, se elimine el 7 % de artículos y servicios básicos, y que
se decrete un aumento general de salarios. Igualmente, que las
instituciones llamadas a regular esta actividad y proteger a los
consumidores de una vez por todas asuman su papel.
Nuestra lucha debe ser frontal al
neoliberalismo, y por la construcción de un modelo económico-social con
equidad y justicia, como única alternativa a que nuestras demandas
sociales sean atendidas.
SINDICALISTA
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