2/9/13

Panamá: Venta de la Patria y otros desmanes

Como de costumbre, Ricardo Martinelli de viaje mientras se lesionan los intereses del pueblo panameño. Una vez más la Asamblea de Diputados lleva a tambor batiente la aprobación del Proyecto Ley 569 que modifica la Ley 38 que creó el Fondo de Ahorros de Panamá, FAP (anteriormente Fondo Fiduciario para el Desarrollo, FFD).

Esta modificación permite la venta de los activos nacionales (empresas mixtas), los cuales podrán ser utilizados cuando el Ejecutivo declare estado de urgencia nacional. Debemos recordar que el año pasado ante las inundaciones en Colón, el Ejecutivo trató de echar mano del fondo, lo que fue rechazado en la medida que el presupuesto nacional contempla este tipo de incertidumbres.

Los alegatos de Frank De Lima, en torno a que no se venderá el patrimonio nacional y no serán traspasados los fondos al gobierno central, pues se requiere de una serie de modificaciones a otras leyes, es insustancial en la medida que el FFD-FAP desde su creación ha sufrido un conjunto de cambios que ha permitido a las anteriores administraciones (Moscoso/Torrijos) y a la actual (Martinelli) hacerse de parte de los recursos de este fondo, igualmente los diputados han mostrado reiteradamente estar prestos a realizar los cambios normativos que el Ejecutivo demande.

¿Cuáles son los objetivos ocultos detrás del proyecto? Se trata con este proyecto de hacerse de más 2,000 millones de dólares (posibilidad de venta de 10 instituciones con el carácter de empresas mixtas). Pretenden prever la situación ocurrida en Colón, donde la venta de los terrenos de la ZLC y otros activos constituían parte de las fuentes de financiamiento proyectadas en el ‘histórico presupuesto de 2013’, sin que se hubiesen promulgado las leyes respectivas. El ‘histórico presupuesto de 2014’ lleva la misma trayectoria. Se trata de hacerle frente al déficit fiscal.

Además, el gobierno requiere fondos adicionales para atender el proceso electoral de CD, sustentado principalmente en una millonaria campaña publicitaria y en el clientelismo político. Medios de comunicación social registran para el primer trimestre de 2013 que el 90% del presupuesto asignado al Ministerio de la Presidencia ha sido utilizado en publicidad (para el año 2014 se tiene asignado a este Ministerio 1,161 millones de dólares). Aunado a ello, contar con recursos financieros para los pagos adelantados a los contratistas de los megaproyectos, los sobrecostos, el endeudamiento (1,427.7 millones de dólares del presupuesto 2014 serán para el pago de la deuda pública).

La realidad panameña demuestra que en todo momento la venta de los activos nacionales ha favorecido a los grupos de poder económico y político, pues éstos adquieren acciones de las empresas privatizadas o son gratificados por hacer posible la venta (recordar proceso de privatización).

En medio de la política de venta de la patria de Ricardo Martinelli, el pueblo panameño sigue enfrentando los problemas de recolección de basura; aumento de los precios de los alimentos, agua y combustible; bajos salarios; precariedad en los servicios de salud y educación; desatención al agro; intentos de privatización de la educación, salud y el IDAAN. Igualmente la falta de respuesta por la muerte de nueve neonatos y el estado crítico en que se encuentran otros tanto. Se desatienden los justos reclamos de educadores y médicos que luchan contra las medidas neoliberales en estos sectores.

Estos son los cambios de Ricardo Martinelli, a los que José Domingo Arias promete dar continuidad.

Los panameños no nos dejaremos engañar con la demagogia y falsa publicidad de tirios y troyanos, los cuales desde 1979 vienen ejecutando el neoliberalismo, y en ello la venta de la patria.

Desde el Frente Amplio por la Democracia (FAD), como verdadera alternativa de las mayorías del país, planteamos trabajar en una política económica distinta a la que nos mantiene sumergidos en la pobreza y marginación. Una política económica que garantice una Vida Digna y Decorosa para todos los panameños, donde se respete nuestro patrimonio económico, ambiental y cultural.

SECRETARIO GENERAL DE CONUSI-FRENADESO.

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