XIII Jornada Nacional de Inscripciones del FAD del jueves 16 al
domingo 19 de mayo. Algo GRANDE está sucediendo en Panamá. Marcha de
Educadores viernes 10 de mayo, 4:00 p.m.
PRONUNCIAMIENTO FRENTE A AL DECRETO EJECUTIVO 920
“No es suficiente enseñar a un hombre
una especialización. Por este medio se puede convertir en una especie
de máquina útil, pero no en una personalidad desarrollada
armoniosamente. Es esencial que el estudiante adquiera conocimientos y
un sentido vivo de los valores, un sentido vivo de lo bello y de lo
moralmente bueno. De otra manera él -con su conocimiento especializado-
se parece más a un perro amaestrado que a una persona desarrollada
armoniosamente” (Albert Einstein)
La Constitución Política establece que la Educación es un Derecho,
siendo responsabilidad del Estado garantizar el mismo; pese a ello, la
política neoliberal que se impulsa en el país desde los años ochenta, ha
generado una tendencia hacia la privatización de la misma.
Bajo la racionalidad neoliberal se
vincula lineal y mecánicamente el sistema educativo con el aparato
productivo, subordinando el primero a los intereses del segundo. Se
considera a la educación como producción de capital humano, como inversión personal y colectiva, la cual debe, por lo tanto, ser rentable en términos económicos.
Desde la mirada neoliberal se expresa un
desprecio creciente hacia aquellos conocimientos que no son
inmediatamente útiles en la vida real e integral de los individuos;
desprecio hacia aquellos que están dirigidos a proporcionar los
fundamentos para la comprensión científica de la naturaleza y la
sociedad. Ahora se buscan, más que conocimientos científicos, destrezas,
habilidades (competencias en la jerga académica
moderna), convirtiendo todo el saber acumulado en un mero saber
instrumental que lleva a los profesionales a saber de todo, sin saber
exactamente nada a profundidad. Ello responde única y exclusivamente a
las necesidades del empresariado local e internacional, interesado en
una mano de obra no solo barata, sino también por completo dúctil. Bajo
este estrecho marco conceptual, se comenzó a restar espacios a
asignaturas como historia y filosofía.
Un ejemplo, ha sido la pretensión de ofrecer una educación orientada al mercado laboral,
bajo el entendido que se puede formar individuos que no sólo puedan
generar su propio empleo sino también empleo para otros. Ello equivale
al abandono del individuo a su propia suerte por parte del Estado, en un
mundo en el que las reglas del juego las impone el capital
internacional.
Sostenemos que “las escuelas no pueden
constreñirse al objetivo de formar para el empleo, ni siquiera para el
autoempleo. Les corresponde otorgar información cultural básica,
integral, crítica, general y polivalente, en la que la formación para el
trabajo ocupe un lugar importante, pero donde sea fundamental la
capacitación para intervenir en las decisiones nacionales.”
En términos generales los modos de
operación del neoliberalismo en la educación se ven reflejado a través
de planteamientos como: “privatización educativa”, “educación como
mercancía no como derecho humano”, “educación para la supervivencia”,
“flexibilización del trabajo docente”, entre otras.
En nuestro país, esta política viene
siendo recogida desde los años ochenta a través de diversos “modelos de
educación”, donde se imponen cambios en tres ejes: pedagógicos,
administrativos y laborales, para responder a la lógica privatizadora.
Destruidas en gran medida importantes
conquistas laborales: jubilaciones especiales, estabilidad laboral,
deterioro del salario real, entre otras; el gobierno de Ricardo
Martinelli, con Lucy Molinar a la cabeza de MEDUCA, plantea la
continuidad del neoliberalismo en la educación a través de la reforma
curricular basadas en la aplicación de la racionalidad de las
“competencias”.
En la profundización privatizadora de la educación, la Ministra Molinar impone en octubre de 2012 el Decreto Ejecutivo 920
que crea el sistema de Gestión de Centros Educativos de Formación
Integral, dirigida a un nuevo orden de “gestión administrativa,
pedagógica, de evaluación educativa y de infraestructura, que garanticen
la calidad de servicio educativo en todo el país”.
Este modelo inconsulto con la comunidad
educativa y la sociedad, es rechazado por los educadores pues establece
una evaluación subjetiva del docente (29 competencias), cambia los
criterios de nombramiento de los directores de los “nuevos centros
educativos” (22 competencias). Es decir se atenta contra el nombramiento y estabilidad de los docentes. La evaluación del docente es inapelable.
Utilizando de pantalla cuatro escuelas
grandes y una supuesta compensación adicional al salario base mensual
se pretende ocultar la inestabilidad laboral en la que vivirán los
docentes y la profundización de la privatización de la educación
oficial.
Los docentes, han denunciado que la compensación no será parte del salario base, solo se tendrá derecho si el centro integral trabaja con jornada ampliada y si el docente se mantiene en el mismo lugar laborando (si pasa la evaluación). Actualmente, lo que sucede es que en las aéreas de difícil acceso la compensación la pagan cundo hay presupuesto.
El Decreto Ejecutivo 920 además de
eliminar la comunidad educativa, promueve el individualismo de las
escuelas y retrotrae y profundiza la autogestión. Con ello, el gobierno
trata de pasar parte de la responsabilidad económica al Consejo
Académico, a través de la autogestión.
Estas son algunas de las medidas
nefastas del Decreto Ejecutivo. Al igual que en ocasiones anteriores es
impuesto, surge sin mediar una evaluación de los resultados de la
gestión educativa hasta la fecha. Queda igualmente la incertidumbre de
si existen los recursos financieros para mantener escuelas en jornadas
tiempo completo y el equipamiento que demandan los mismos.
Sin lugar a dudas el Decreto Ejecutivo
920 violenta los preceptos constitucionales (Capítulo Tercero “Trabajo” y
Capítulo Quinto “Educación”) y la Ley 47 Orgánica de Educación.
Al pueblo panameño le queda la duda
razonable, en torno al cierre de los planteles educativos estos tres
días, pues parece ser otra de las maniobras del gobierno para evitar la
movilización de los educadores en rechazo al Decreto Ejecutivo y en
defensa de una educación pública, gratuita y de calidad, así como por el
respeto a la dignidad de los educadores.
Para el Frente Amplio por la Democracia (FAD),
la calidad de la educación debe ser entendida en cuanto ésta contribuye
a una transformación social, a generar ese mundo que anhelan los
pueblos, en los que la libertad y la justicia, el bienestar y el
progreso, se repartan entre todos. Esta es una perspectiva histórica y
social de la calidad de la educación que supera el inmediatismo e
individualismo de la perspectiva neoliberal.
La educación tiene que responder a las
necesidades de desarrollo de la sociedad en su conjunto, un desarrollo
concebido como un cambio sustancial que modifique las instancias
sociales actuales y que siente las bases para una sociedad nueva. La
educación debe ser vista como un derecho que es consustancial al ser
humano y que no puede someterse a las reglas del mercado, ni tratarse
como una mercancía.
Estaremos este viernes 10 de mayo junto a
los educadores, estudiantes y pueblo panameño en la lucha por la
defensa del derecho a la educación pública y gratuita para todos los
panameños.
¡Nace la Esperanza!
FRENTE AMPLIO POR LA DEMOCRACIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario