Este inicio de clases en los colegios secundarios avizoró una
evidente situación social que hace mella en la lucha nacional, y abarca
todos los niveles de la sociedad: el caos de la ciudad. Vivimos
diariamente una ciudad en colapso.
A toda la juventud panameña, la primera
labor a la que nos abocamos posterior a ver realizadas nuestras
aspiraciones en la formación académica secundaria, es al acceso de una
educación superior y en el camino, la oportunidad de lograr acceder a un
trabajo digno que logre compenetrar nuestras metas como futuros
profesionales.
Panamá se muestra como una nación
prospera, donde sin más problemas se accede a un trabajo con buen
salario, oportunidades educativas entre las ofertas académicas
universitarias y las condiciones de vida que puedan sostener las ganas
de aprender y superarnos de la forma más realista posible, dentro de
nuestras condiciones.
Ese Panamá en el que todos los jóvenes
nos reflejamos, se rompe en pedazos cuando sin haber culminado un
bachillerato, nos vemos bombardeados por la inseguridad social, la cada
vez más crítica situación de salud por la que pasa nuestros hospitales y
con ella la Seguridad Social, una ciudad totalmente colapsada en su
sistema de transporte que nos impide movilizarnos hacia la ciudad y a
cualquier punto en general, una canasta básica carísima en comparación
con nuestros salarios, medios de comunicación totalmente alejados de la
tarea de comunicar, toda vez que son controlados por corporaciones
mediáticas y hacen de la comunicación social un negocio lucrativo para
dejar al marketing nuestra realidad social, en fin… una nación de
fantasías derrumbada todos los días por el estruendo de fuerzas
políticas organizadas que se niegan a seguir dominados como ovejas entre
los lobos.
Y la pregunta frente a esta situación es
¿conozco yo como joven, como estudiante, como hijo de la patria
istmeña, como futuro profesional, el momento en el cual me encuentro?
Hacia donde me dirijo? Cuál es el Panamá que quiero para mí y para mis
futuros hijos?
Sin embargo, el problema no está en
lograr resolver la interrogante, sino más bien lo que hacemos como
jóvenes para estar cónsonos con la realidad del sistema en el que
vivimos y así ver las posibilidades para cambiarlo o no. Creo que la
mayoría de los jóvenes con cierto grado de conciencia, conocemos que el
problema que nos corresponde discutir es sobre el SISTEMA. Y al sistema,
es a lo que nosotros nos abocamos a combatir, cuando conocemos que el
mismo es anti-nosotros: anti-pueblo, anti-justicia, anti-ambiental y
referentemente antihumano. Es eminentemente antihumano porque vivimos en
Capitalismo.
Este inicio de clases en los colegios
secundarios avizoró una evidente situación social que hace mella en la
lucha nacional, y abarca todos los niveles de la sociedad: el caos de la ciudad. Como se dijo en líneas anteriores, vivimos diariamente una ciudad en colapso.
Pero aun así, somos hipnotizados todos
los días por la prensa burguesa, que nos hace referencia al crecimiento
económico comparativo de Panamá con demás países de la región. Ahora
pregúntese ¿El Crecimiento Económico me está llegando a mí y a mi
familia? El 95% dirá que no, y los elementos circundantes en el
desarrollo de la cotidianidad de cada ciudadano, apuntara al hecho de
que por mas intentos que haga este gobierno y cualquier otro gobierno
por mejorar la calidad de vida de los panameños, terminará perjudicando
los intereses de las grandes mayorías.
Conocemos las grandes obras que se
desarrollan en la metrópolis del país, pero al terminar dichas obras de
puentes, el Metro, el reordenamiento territorial, y demás ¿los mismos
apuntarán a mejorar la calidad de vida de los panameños, o está
destinada a garantizar el trafico de bienes y servicios para negocios
determinados?
Y así nos damos cuenta de que efectivamente todos los días nos encontramos en una lucha de clases
en la cual grupos económicos del país que dirigen la cosa pública y
finanzas desde el Estado, en detrimento de una masa trabajadora informal
y sin esperanzas de mejorar su condición de vida a corto plazo, termina
contribuyendo directamente al desarrollo nacional sin tener acceso al
fruto de ese trabajo. Es decir, detrás de todo gran proyecto Nacional,
desde la Ampliación del Canal hasta cada Centro Comercial, barriadas de
lujo y edificaciones millonarias, existe una masa trabajadora que todos
los días construye esa comodidad para otros, y nadie le dignifica ese
trabajo.
Difícilmente los panameños tienen
recursos para trasladarse todos los días en MetroBus, las recargas de
las tarjetas, los servicios básicos de telefonía, la atención de salud
excesivamente cara en clínicas y extremadamente engorrosas en los
Hospitales, en fin, las condiciones materiales que garanticen la
continuidad de las jornadas laborales diarias en un trabajo concreto han
sido privatizadas prácticamente. El capitalismo ha hecho de la clase
trabajadora nacional su principal forma de crecimiento y acumulación, y
este crecimiento dirigido por el Gobierno de Martinelli solo ha sabido
asfixiar los intereses de los panameños; de ahí la necesidad que siente
la población de deshacer de una vez por todas ese estado secuestrado
para intereses económicos predefinidos por la burguesía y las
oligarquías explotadoras de siempre, que no dan ningún beneficio directo
a la economía de cada familia.
El gobierno de Martinelli habla sobre la
reducción del desempleo, pero no habla de que la falta de formación
técnica de los trabajadores a la altura de ese crecimiento económico, y
aquello le está creando una dependencia al capital extranjero que va
desprofesionalizando la mano de obra panameña y desplazándola
paulatinamente. La competitividad comercial ya ni siquiera está en manos
de empresas panameñas.
Las diversas formas de rebelión, las
luchas docentes, las huelgas sindicales, los paros laborales en la Caja
de Seguro Social, el despido de dirigentes gremiales a lo largo del país
y la articulación de diversas organizaciones sociales son la expresión
legítima de ese pueblo hastiado de este sistema político enquistado en
el mercado y la lógica del Capitalismo.
Mientras más va creciendo la brecha
entre ricos y pobres (una brecha que jamás se romperá por más políticas
sociales en las que gaste el estado), así mismo se irá agravando la
crisis, las multitudes no soportaran las consecuencias de la explotación
de sus vidas en este sistema económico agonizante.
Cada vez más jóvenes, van reaccionando
frente a la lógica perversa de la economía política excluyente y
formalista, las ‘dictaduras de finanzas’ y el rentabilismo de los
capitales especulativos que circulan en una nación geográficamente
privilegiada como Zona de Tránsito.
Y démonos cuenta de algo: Panamá solo
sabe producir dinero, dinero, más dinero y servicios de logística y
‘lobby’ Bancario multinacional extranjero. La economía panameña
dirigida, no está orientada a satisfacer las necesidades materiales de
la población y sus demandas humanas (comida, vestido, transporte, agua,
vivienda, medicamentos, etc.) sino simplemente a generar divisas para
sus rentistas (también extranjeros). Aquello significa que Panamá, a
pesar de tener crecimiento económico, es ABSOLUTAMENTE IMPRODUCTIVA, ya
que nadie come dinero, ni euros, ni bonos y estamos cada vez más
dependientes a productos del exterior.
Aunado a ello, nuestros recursos
materiales poco a poco están siendo absorbidos por empresas y negocios
turísticos extranjeros, y he aquí otra contradicción: ¿sin naturaleza,
como pretende seguir reproduciéndose ese Capitalismo salvaje? Entonces
también observamos día a día, que existe desarrollo sin trabajo que
dignifique al trabajador, y ello refleja un desempleo estructural
(ejemplo: tengo trabajo, pero si me enfermo, invierto en mis hijos, invierto en esparcimiento, el final de quincena termino endeudado)
Y el gran maestro Karl Marx tenía una
visión científica, acertada y con plena vigencia en nuestra realidad
panameña; el capital que nos gobierna va en dirección a destruir sus dos
fuentes de riqueza y reproducción: la naturaleza y el trabajo.
El inicio de este año 2013 ha estado
caracterizado por los conflictos en el rio San Pablo y las luchas del
campesino organizado; algo sorprendente desde el punto de vista
organizativo, dado que hacía mucho tiempo ya no se veía públicamente
activas organizaciones campesinas y el sentir de nuestros trabajadores
del campo.
Evidenciamos también un fuerte choque de información dado por los reportajes y coberturas de comunicadores populares como FRENADESO Noticias y Kaosenlared.net
para Panamá, la cual dieron muchísimas luces a la población, por
ejemplo, sobre el trasfondo de la llegada de Ana Belfon al Ministerio
Publico, las razones del nombramiento de José Ayu Prado a la Presidencia
de la Corte Suprema de Justicia y la estrategia mafiosa del partido de
gobierno Cambio Democrático tras el escándalo de Financial Pacific (que a
todas luces se mantiene censurado en los medios y a la espera de
respuesta por parte del burocratismo del Órgano Judicial), así como
también se han logrado desenmascarar el silencio mediático (periodístico
y televisivo) frente a la realidad verdadera del panameño de a pie.
Aquello ha sido de vital trascendencia nacional, ya que sin un medio
informativo alternativo e independiente, difícilmente podemos conocer la
realidad en que vivimos. El aporte comunicacional del Frente Nacional en Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO) ha sido de incalculable valor para el análisis de nuestra sociedad.
En el aspecto mediático ya hay un frente
de Lucha. En la depredación de nuestro medio ambiente, la represa de
ríos, los desalojos a indígenas y la venta de tierras ya hay otro Frente
de Lucha. La incapacidad del Ministerio de Educación, el evidente
fracaso de la Transformación Curricular y las intenciones de desmejorar
la educación para impulsar su privatización, existe otro Frente de
Lucha, docente y magisterial. En fin, no ha habido una sola Mesa de
Dialogo llamada por el gobierno nacional que haya tenido éxito; el éxito
lo ha tenido que conquistar el pueblo en las calles a costa de la vida
misma de panameños valientes y arrojados.
Toda esta perspectiva de luchas, abarcan particularmente los procesos de elección. El verdadero candidato presidencial detrás de cada partido político (prd, panameñismo, cd, pp, molinera, etc.) es el Poder Económico. Siempre está, y su presencia es muy visible, en cada discurso, en cada candidato y en los medios de comunicación.
Y en este país “capitalizado” la
política electoral recibe una importante función. Para tener éxito,
necesitan representar al Capital, no al pueblo. Por eso es que detrás de
cada títere del Capitalismo, detrás de cada candidato del prd,
panameñismo, el cd y demás, existen los intereses del capital; el Pueblo necesita construir
entonces su propio Partido, que le represente sus intereses y que ponga
la soberanía popular por encima de las mafias económicas.
Aquello significa, que los llamados a
construir esa nueva Patria soberana solo pueden ser quienes han tenido
el arrojo y la valentía de sacrificar hasta sus vidas por un ideal, por
principios, por valores; aquellos que han dejado de ser “pansistas” y se
han hecho cientistas, humanistas, marxistas y han hecho de Panamá un
territorio que se resiste a ser controlado por oscuros intereses y
visiones erradas de dirigir la nación.
Panameños con patriotismo y sacrificio. Ese es el legado del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de noviembre FER-29;
y seguiremos aportando para el futuro del país los mejores hombres y
las más destacadas mujeres; los Cuadros Revolucionarios participes en
las luchas sociales, insertos en los frentes de masas, en los núcleos de
trabajos y al frente del nuevo Partido del Siglo XXI, el Frente Amplio por la Democracia FAD.
Somos Vanguardia, y la juventud debe ser
Vanguardia en cada uno de los trabajos que le compete. El mensaje de
nuestra organización para este año 2013, es RESCATAR para la
conciencia libertaria del pueblo panameño esa juventud crítica y
estudiosa, y organizarnos para que la juventud tenga su propio espacio,
sea reconocida su opinión y podamos expresarnos científica y maduramente
sobre los problemas que nos aquejan como sociedad.
Cada joven, cada mujer, cada niño, cada
estudiante tiene algo que decir y algo que opinar, y desde nuestro
Frente llamamos a esos estudiantes destacados y rebeldes para juntos
hacernos sentir, hacernos escuchar y proponer en los espacios necesarios
toda propuesta positiva por el bien de nuestra nación.
Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre
FER-29 PANAMÁ
FER-29 PANAMÁ
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