27/12/10

Panamá: Corrupción e impunidad corroen la esfera pública

El neoliberalismo configura un Estado mafioso que en todos y cada uno de los niveles institucionales del mismo se reproduce.

En cada dependencia estatal la corrupción e impunidad corroen la ética pública y las propias formas de dominación. Los gobiernos más tramposos son reductos de pandilleros de alto vuelo sin escrúpulos para apoderarse de los bienes públicos, otorgarse enormes salarios y militarizar los países.

Las mafias al inicio venían de fuera de la política, ahora forman parte del engranaje, de los partidos, del sistema electoral, del legislativo, del poder judicial. Las dinámicas de crecimiento están estrechamente asociadas a un nuevo capitalismo construido alrededor del pillaje, la criminalidad y la corrupción.

En Panamá, la situación no es diferente, desde hace tiempo FRENADESO señaló que este país estaba dominado por una mafiocracia insertada en las esferas de poder económico (empresarios y banqueros) y político (gobierno y oposición), los cuales a partir del Estado y de negocios fraudulentos incrementan sus exorbitantes ganancias. Lo acontecido esta semana, pone al desnudo el estado de la podredumbre que impera.

Un Ministerio Público, que da cuenta de los tentáculos de los narcotraficantes en sus estructuras. Acusaciones de una y otra parte involucran desde el procurador suplente, la secretaria general y la jefa de Recursos Humanos. Este solo hecho descalifica cualquier posibilidad de investigación seria y objetiva.

Otra evidencia más son las revelaciones de WikiLeaks sobre la Ampliación del Canal.

La cuestionada adjudicación de la licitación más costosa de las obras de ampliación (construcción de esclusas y tinas), al Consorcio Unidos por el Canal (de la cual CUSA —Alemán Zubieta—, hace parte), capitaneado por la empresa española Sacyr Vallehermoso sobre la cual medios de prensa europeos señalaban que confrontaba serios problemas financieros; hoy WikiLeaks ha revelado cables secretos del Departamento de Estado, donde el vicepresidente Juan Carlos Varela confesó, a un grupo de congresistas norteamericanos, que ‘El proyecto de ampliación del Canal es un desastre’. Mientras que afirmó al número 2 de la Embajada gringa, que: ‘Uno no hace chapuzas con algo tan importante como el Canal. Cuando uno de los licitadores hace una oferta 1000 millones de dólares inferior a la del siguiente, hay algo que está muy mal’.

Por su parte Martinelli, quien en todo momento defendió la ampliación, al término de la licitación declaró que había sido ‘transparente’. No obstante, al ser interrogado por Bárbara Stephenson : ‘indicó que estaba un poco preocupado y dijo que temía que el administrador del Canal podría haber inclinado el concurso hacia el consorcio que incluía a CUSA, dirigida por su primo’. (Palabras de la embajadora, según consigna el cable al Departamento de Estado).

Con estas revelaciones de WikiLeaks, una vez queda al descubierto cómo actúa la mafiocracia que nos gobierna, cómo hace negocios con los recursos que nos pertenecen a todos los panameños.

Por otro lado, esta semana diarios colombianos establecían los vínculos en Panamá del ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, envuelto en un escándalo por tráfico de influencias por una millonaria contratación durante su gestión a favor de conexiones a través de su hijo.

Recordemos que recientemente Martinelli dio asilo a la ex directora del DAS colombiano acusada por ‘pinchazos’ telefónicos, y se ha insinuado la posibilidad de ofrecer asilo a otros implicados en este escándalo.

Como si ello fuera poco, el ministro de Turismo, Salomón Shamah, escenificó un encuentro donde llegó a agredir al coordinador de los Corregidores del Municipio de Panamá, al osar éste inspeccionar el lujoso hotel Manrey, ante quejas de los vecinos por el ruido que efectuaban.

Esta situación, que a diario acontece en los barrios pobres, cuyos moradores son obligados a bajar de los buses o son detenidos en las calles para someterlos al ‘pele-police’, no se tolera por parte de los gobernantes que se den en las áreas de lujo. No le importa al Gobierno la histeria y la angustia que la acción policial provoca en niños, mujeres y ancianos, pero sí en los que frecuenta los sitios de diversión de lujo.

*SECRETARIO GENERAL DE CONUSI / FRENADESO.

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