Congreso Ngobe Bugle

El día 8-9 de agosto acudimos a la reunión organizada por la coordinadora indígena de FRENADESO, con su Coordinador Celio Guerra, también Fiscal del Congreso Ngobe Buglé, en Santiago de Veraguas, Quebrada Guabo. La coordinadora indígena está formada por miembros del SUNTRACS, Frente Estudiantil Nogbe Buglé, Fundación Universidad Autónoma de Chiriquí y la Fundación Cultural Nogbe Buglé, entre otros campesinos que quisieron participar en la reunión.

Los diferentes miembros de la coordinadora indígena nos expusieron las problemáticas que preocupan a la comunidad indígena, minoría de la población del país.
La vulnerabilidad en la autonomía de las etnias de la comarca ha provocado desplazamientos importantes, provocando que un tercio de etnias hayan quedado fuera de la comarca, debido al interés del gobierno central junto a empresas privadas que tienen como objetivo la sobreexplotación de las tierras.

A todo esto, los problemas medioambientales que provocan estas acciones son múltiples. El Plan Eléctrico de Panamá ha agravado esta situación, debido a las concesiones que ha otorgado el gobierno, llegan a concentrarse catorce hidroeléctricas en un solo río. Las explotaciones mineras que se han dado en el terreno, utilizando por ejemplo la dinamita, han provocado un gran impacto medioambiental.
La mayoría de la comunidad indígena no tiene conocimientos suficientes como para enfrentarse a este tipo de explotaciones. La población es acallada con promesas de creación de escuelas, mejora de la vivienda, abaratamiento de costos energéticos, etc. que nunca llegan a cumplirse.

El gobierno panameño no invierte en educación ni en infraestructura educativa, tampoco da a conocer la verdadera situación social de las comunidades indígenas. Existe una política de desculturización de las etnias, provocando la perdida de las lenguas indígenas, tradiciones, etc.
La mala situación de la educación aumenta esta problemática de la perdida de la cultura. El currículo educativo que el Ministerio de Educación ejecuta no es el adecuado a la comunidad. Los libros son todos en español, no son bilingües, ni los profesores mismos, perdiendo la lengua indígena.
Tampoco hay que olvidar las pésimas condiciones de las instalaciones educativas. Aproximadamente una escuela rancho cuenta con un solo profesor a cargo para todos los alumnos de los diferentes cursos . Acceder a éstas puede costar más de tres horas a pie o caballo, cruzando ríos y senderos de alta peligrosidad.