Hablamos del muro que rodea el
proyecto Santa María Golf & Country Club, en el Corredor Sur. Un
muro de aproximadamente 10 metros de altura que se extiende por varios
kilómetros.
Es un lujoso complejo de 280 hectáreas
que tendrá 5 mil residencias, entre viviendas unifamiliares, edificios
de apartamentos, villas tipo resort (para vacacionistas) y una
plaza comercial. Todo en medio de un campo de golf de 18 hoyos diseñado
por la firma Nicklaus Design. También tendrá un hotel 5 estrellas con 30
habitaciones, colegio privado y gimnasio.
En este proyecto participan tirios y
troyanos. Entre ellos, Stanley Motta, Abdul Waked, Alberto Vallarino,
Mayor Alfredo Alemán, Felipe Virzi, Gabriel Btesh, Nicolás Corcione
Pérez Balladares, junto a otros millonarios de Centroamérica, como el
nicaragüense Carlos Pellas (Campos de Pesé).
Más de 15 inmobiliarias se han unido al
gran proyecto de Santa María, entre las cuales están Casas Bellas, Grupo
Verdeazul, Empresas Bern, Grupo Corcione, Arval Developers, Grupo
Equinox, entre otros.
Ideal Living Corp. es la promotora
encargada de llevar a cabo el proyecto y cuenta con el respaldo de
firmas desarrolladoras de Panamá como Grupo Los Pueblos, Btesh &
Virzi, Inversiones Bahía, Grupo Wisa y Grupo Verdeazul; así como con el
respaldo de uno de los grupos más fuertes de Centroamérica como lo es
Pellas Development Group.
Aquí se cometió un verdadero ecocidio,
que junto a otros proyectos del área, amenaza con provocar grandes
inundaciones en comunidades grandes como Ciudad Radial, Las Acacias, Don
Bosco y Juan Díaz, las cuales hacen parte del corregimiento más poblado
de todo el país (Juan Díaz).
Todo se fraguó durante los 26 meses del
gobierno conjunto Martinelli-Varela. El 27 de abril de 2012, un fallo de
la Sala Tercera, bajo la ponencia del magistrado presidente de la
Corte, Alejandro Moncada Luna, dejó sin efecto la resolución de la ANAM,
que declaró área protegida el Humedal de la Bahía de Panamá. La zona
incluye parte de los manglares de Juan Díaz.
Un año antes, una resolución del
Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MIVIOT), bajo control
de los panameñistas, cambió el uso de suelo de los humedales y
manglares de Juan Díaz para el desarrollo del proyecto urbanístico Santa
María Golf & Country Club.
A propósito de esta situación que viene
motivando las protestas de los moradores de las comunidades adyacentes,
los ambientalistas ahora emplanillados en el Gobierno y la Alcaldía, no
dicen absolutamente nada.
Este es el nuevo muro de la vergüenza en
Panamá, que como otros muros que se construyen en otras latitudes,
busca separar a ricos y pobres. Un reflejo del porqué Panamá es uno de
los países más desiguales del planeta.
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