Elecciones primarias del FAD, domingo 24 de noviembre.
Un partido se inscribió en tiempo
récord, en prácticamente 7 meses de campaña, entre 2011 y 2013, sólo 4
días a la semana de 7:00 a.m. a 3:00 p.m. (apenas unos 115 días con
puestos estacionarios). El resto de esos 2 años, descontando los meses
de enero 2012-2013, lo tuvo que hacer en oficinas del Tribunal Electoral
en horas laborables.
En el primer período de libros
estacionarios de 2012 logró unos 22 mil adherentes y en algo más de tres
meses de este año unos 60 mil. El FAD logró su meta en medio de la
peor época del clientelismo electoral que registra nuestra historia. Es
el único partido de carácter popular que desafió y derrotó las trabas
impuestas por el Código Electoral
En la práctica, el Frente Amplio por la
Democracia (FAD) ha contado con menos días que los llamados candidatos
por la libre postulación que, al 4 de enero de 2014, habrán gozado para
inscribirse de unos 400 días con hojas móviles, 24 horas al día y 7 días
a la semana, sin ninguna supervisión del Tribunal Electoral.
El 31 de julio el Tribunal Electoral
anunció que el FAD había alcanzado la cuota necesaria para ser
reconocido como partido político.
Sólo 11 días después, el 11 de agosto,
el FAD celebraba su Congreso Constitutivo con casi mil delegados de todo
el país, aprobaba sus documentos fundamentales y elegía su nueva
Dirección Ejecutiva Nacional (DEN).
Mediante resolución Nº 35 del 12 de
septiembre de este año, el FAD recibió el reconocimiento oficial como
partido político y posteriormente anunciaba sus elecciones primarias
presidenciales para el domingo 24 de noviembre. Este acontecimiento
constituye una prueba de fuego para la maquinaria electoral que viene
armándose a nivel nacional. Ese día se sabrá, ente 4 candidatos, quién
será su abanderado en las elecciones de 2014. Se van habilitar para
estas primarias unos 200 centros de votación a nivel nacional.
Inmediatamente después, el FAD deberá
presentarle su propuesta electoral al pueblo, es decir deberá elegir
todos sus candidatos a los distintos cargos en disputa, además del
Presidente y Vicepresidente de la República, los diputados, alcaldes,
concejales, representantes de corregimiento y diputados al Parlacen. La
fecha límite para su inscripción es el 4 de febrero, pero el FAD se ha
propuesto como fecha mediados de enero.
A partir de ese momento arranca
oficialmente la campaña electoral que tendrá al FAD como uno de sus
principales protagonistas. El FAD será el número 6, con su bandera roja
y blanca, en la papeleta electoral del 4 de mayo de 2014.
Ya en ese momento tendremos listo
nuestra propuesta de país, nuestro plan de gobierno que trabajan unas 20
comisiones, el cual se fortalecerá del intercambio con el pueblo y
cuyos ejes centrales están en el Programa aprobado en el Congreso
Constitutivo.
No habrán alianzas con los partidos
tradicionales que ya fracasaron cuando se les dio la oportunidad de
gobernarnos. Nuestra unidad es con el pueblo.
Parece una carrera de velocidad. Un
camino recorrido lleno de obstáculos. Pero esta hazaña sólo podía ser
cumplida por luchadores sociales probados, por una fuerza militante,
consciente, disciplinada y determinada en ofrecerle al pueblo una
alternativa nueva y diferente, una propuesta realista, capaz de
adecentar la política en Panamá, gobernar en función del bien común y darle a los más necesitados un futuro mejor en un ambiente de plena democracia.
El FAD logró constituirse en partido sin
ofrecer nada a cambio. Lo hizo con aportes de sus miembros, donaciones
de amigos y el gran trabajo del voluntariado. Hasta marzo del próximo
año podrá tener acceso a parte del subsidio electoral, en un torneo con
los peores augurios y el derroche millonario de los partidos
tradicionales, representantes de los intereses de esos 105 ultra
millonarios que en su conjunto poseen más de 15 mil millones de dólares,
más que el todo el resto de la población junto.
El 1º de julio tomará posesión el nuevo
Gobierno. Desde el cierre de los libros de inscripción del FAD a esa
fecha, habrá transcurrido sólo un año. Un año de sacrificios y del
constante accionar de cientos de mujeres y hombres en ese diálogo cara a
cara con el pueblo, presentándole la buena nueva y levantando juntos
las grandes propuestas para transformar este país tan desigual.
Ese 1º de julio, si el pueblo así lo
decide, con el FAD, será Gobierno. Algo imposible para algunos. Pero
como dijera Nelson Mandela: “Todo parece imposible, hasta que se hace”.
¡Nace la Esperanza!
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