Congreso Constitutivo del FAD, sábado 10 de agosto.
Durante dos días, en Junio y Julio
de este año, invitados por el Instituto Latinoamericano de Investigación
y Capacitación Administrativa, con sede en San José, Costa Rica, un
grupo de cientistas sociales reflexionamos sobre algunas realidades
políticas; sobre todo por el hecho de que dentro de los próximos meses
se llevarán a cabo en diversos países elecciones generales. Uno de los
participantes en la reunión fue el Dr. Julio Manduley, Director del
Centro de Estudios Estratégicos, de Panamá, con quien concertamos una
entrevista, de la cual exponemos algunas de sus respuestas.
P.- Siempre ha sido un misterio histórico el nacimiento de la República de Panamá como nación. ¿Qué puede decirnos sobre ello?
R. Desde inicios de la República, al
despuntar el siglo XX, un grupo de personas, familias y su
descendencia, claramente identificados, han controlado directa o
indirectamente el poder económico, político, social, represivo y
mediático.
El lugar de los verdaderos próceres
panameños del siglo XIX, Mariano Arosemena, Tomás Herrera y Justo
Arosemena entre otros, fue ocupado por José Agustín Arango – abogado,
consejero y representante del Ferrocarril norteamericano, sus tres
hijos, Ricardo, Belisario y José Agustín, sus tres yernos, Samuel
Lewis, Raúl Orillac y Ernesto Lefevre, el agente de carga del
ferrocarril (un tal J.R. Beers) y el médico del Ferrocarril, Manuel
Amador Guerrero. Los entreveros de la ‘Independencia’ han sido
extensamente documentados por muchos, denunciados en el mismo momento
por otros (“entre los promotores de la separación hay mucha gente
infame….se conoció lo que había sido el movimiento, con ayuda de quién,
con qué medios y por qué gentes, con qué fin y quiénes encabezaban la
acción. Me dio pavor – escribió Belisario Porras - , dolor e
indignación”) y claramente explicados por Diógenes de la Rosa, entre
otros.
Baste decir, porque es lo definitorio,
que a diferencia de otros países del área tales ‘próceres’ y su
descendencia han derivado su poder casi exclusivamente de actividades
improductivas que no crean valor ni riqueza real: intermediación,
compra-venta, usura, mercachifleo, comercio… constituyéndose ab initio
en una verdadera lumpenburguesía en el sentido absolutamente literal del
término (lumpen, del alemán basura, guiñapo, harapo, trapo).
Además en una lumpenburguesía no sólo
corrupta y descarada, sino deslenguada: Ya en 1910, Lefevre, a la sazón
Secretario de Fomento y Obras Públicas le decía al Encargado de Negocios
de los Estados Unidos: “Todos somos ladrones cuando se trata de dinero.
Lo confieso”.
Una centuria después las cosas siguen
exactamente igual: en 2009, Martinelli comentaba con la Embajadora de
Estados Unidos por qué debía desechar a un posible colaborador: “Es un
buen muchacho…pero es demasiado honesto” (Wikileaks).
Un resumen sumario del carácter del
Estado Delincuencial Panameño lo hizo G. Castro, Jefe de la Comisión
Anti-Lavado de Dinero que en 1996 declaró con abrumadora sinceridad al
New York Times: “Si Ud. Busca en Panamá a todas las personas que
hicieron negocios con Noriega y su régimen se dará cuenta que la única
que no participó fue la Madre Teresa de Calcuta”.
Hemos dicho Estado Delincuencial y
debemos sustentarlo. Hemos llegado a vivir en una sociedad en la cual
“un grupo estructurado, existente durante un (largo) período de tiempo
tiene como fin, mediante la acción concertada, utilizando la
intimidación, la violencia, la corrupción u otros medios, obtener
directa o indirectamente un beneficio económico u otro beneficio de
orden material”. Esta, que es la definición del Comité Especial de las
Naciones Unidas que estudia la Delincuencia Organizada, es una
descripción exacta del actuar de las clases dominantes en nuestro país.
P.- ¿Es lo que Ud. llama en sus publicaciones, la Mafiocracia?
Efectivamente, lo que vivimos en Panamá
no es una Democracia, ni una Democracia imperfecta, joven o débil como
se complacen en llamarla algunos….No es ni siquiera una farsa de
Democracia, lo que vivimos es una verdadera Mafiocracia, un Estado
delincuencial.
Mafiocracia – le aclaro – no es un
término peyorativo, ni un insulto ni un recurso de agitación y
propaganda. Es un término que pretende dar cuenta, definir y sintetizar
una situación precisa, una manera de hacer las cosas, un modo de
funcionamiento económico, político, social, mediático, cultural,
ideológico.
¿Qué características tiene la
Mafiocracia, vale decir qué rasgos encontramos en esta forma de
funcionamiento político-social que padecemos en Panamá? En primer lugar,
la inexistencia de instituciones democráticas propiamente dichas; la
ausencia de instituciones públicas respetables y respetadas por el
conjunto de los ciudadanos; un número creciente y conocido de personas
comprometidas con organizaciones criminales que se vinculan con los más
elevados niveles de conducción de la economía y la política o que,
directamente, forman parte de ella; una pléyade de funcionarios
gubernamentales de alto nivel corruptos que son utilizados como
instrumentos de actividades estatales delincuenciales ; un control casi
absoluto de los medios masivos de comunicación y una corrupción e
ineficacia manifiestas de todo el sistema judicial. Busque Ud. En Panamá
a 10 empresarios (sólo 10) que dispongan de una fortuna del orden de
los USD 20 M y que nunca hayan incursionado en la politiquería o
participado en corruptelas, negociados, lavado de dinero o tráfico de
influencias. Si los encuentra me avisa, por favor.
Hablamos, pues, de Mafiocracia ante una
actividad delictiva que es sistemática y permanente por parte de una
oligarquía incontrolada en medio de una red de corrupción no sólo que
alcanza a, sino que se origina en, precisamente, las más altas esferas
económicas, políticas y sociales del país, forma un entramado que se
extiende a los principales negocios públicos y a las grandes
inversiones, abarca especialmente a los altos cargos de los Poderes
Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a los mandos de los organismos de
policía y seguridad, a los medios de comunicación, pero también a las
cúpulas de los sistemas de salud y educacional, a ciertas cúpulas
sindicales al servicio de los patrones y a aquellas ONGs que sólo
gracias a sus dineros y la presencia mediática que sus recursos les
permiten, usurpan las verdaderas representaciones de los ciudadanos.
Ante la Mafiocracia el ciudadano de a pie parece no tener posibilidad
alguna de defenderse y se ve obligado a convivir y pactar con ella en su
vida cotidiana.
Desde el punto de vista del accionar
político, la Mafiocracia va eliminando casi todas las diferencias entre
una dictadura y lo que era una farsa de democracia como la panameña: los
ejercicios electorales son un ejercicio mediático, las candidaturas
están sustentadas sólo por el dinero, las leyes electorales cercenan los
derechos ciudadanos y las protestas que cada vez más, son reprimidas y
criminalizadas policial, mediática y judicialmente: en palabras de
Adrián Sotelo: El Estado ha devenido Mafia y ha puesto a la sociedad en
Estado de Excepción”.
P.- Y entonces, ¿Qué es lo que se vive hoy en Panamá?
R.- Sobre todo en las últimas dos
décadas en Panamá no sólo estamos viviendo un neoliberalismo rampante,
privatizador, depredador de las riquezas nacionales, sino que estamos
viviendo el neoliberalismo de la Mafiocracia. O si se quiere Gobiernos
Neoliberales-Mafiócratas.
Las denuncias han sido tan reiteradas
como inútiles. Sin citar a izquierdistas sospechosos ni a cabezas
calientes: “No se nos ocultan las denuncias de corrupción pasada y
actual, el contrabando, el tráfico de drogas, el lavado de dinero, los
desfalcos y malversaciones de fondos públicos (y) el uso político de los
mismos….la mayor parte de ellos ejecutados por delincuentes de guantes
blancos sin que nadie les ponga coto” (Obispos Católicos, 1993); y 18
años más tarde: “Parece existir un verdadero divorcio entre los
intereses de la clase política y las necesidades reales del pueblo
panameño….la corrupción es el mal que más afecta a nuestra sociedad”
(Obispos Católicos, 2011).
Para el análisis interesado de esta
situación, cada vez más inocultable, los corifeos del sistema y algunos
llamados ‘analistas’ que más que tales son chismosos a sueldo, han
inventado un mito: una entelequia difusa que llaman “la Clase Política”
como si fuera un ente distinto y externo a las clases, fracciones o
estratos de clase a los cuales sirven tales personas y a la conducta de
dicha “clase política” le achacan no pocos de nuestros males.
P.- Pero, ¿Esa clase política no existe?
R.- Precisemos: en la realidad –la de
verdad - no existe nada que se llame “la clase política”. Sostenerlo
sería tomar la forma por el contenido. “La clase política” es una
ficción mediática que intenta disfrazar lo que en realidad es una
amalgama perversa de intereses entre quienes de verdad detentan el poder
económico, financiero, comercial, político y mediático (los 100 Dueños,
según la expresión que acuñó FRENADESO) y aquellas personas que les
sirven como ejecutores u operadores de sus intereses en los distintos
órganos del Estado: la tecnoburocracia a su servicio. Este conjunto de
individuos constituyen una suerte de casta – que no una clase – que
defiende intereses económicos muy concretos – sustancialmente distintos a
los intereses del Pueblo Panameño – y a cambio de ello perciben altos
salarios, bonificaciones, viáticos, dietas, viajes, exoneraciones,
prebendas y, eventualmente, alguna participación en uno que otro negocio
o negociado de quienes conforman el poder real que los instrumentaliza:
la Mafiocracia. Muchos de ellos proceden de sectores populares (los del
PRD son legión), lo cual no tiene por qué extrañarnos: una clase
dominante es mucho más eficaz en su dominación – enseñó Marx - en tanto
más capaz sea de allegar algunos nombres de las clases dominadas.
La Mafiocracia, bueno es precisarlo, no
sólo puede albergar sino que de hecho da cabida a diversos grupos de
intereses. “Pandillas” si quisiera Ud. utilizar la 3ª.acepción del DRAE:
Liga que forman algunos para engañar a otros o hacerles daño. Y, como
en todas, hay, claro, estilos y estilos. Baste un ejemplo : Guillermo
Endara decidió suspender la Licitación Pública Internacional que habría
de construir el Corredor Norte porque un Presupuesto estimado de USD 28
Millones debía ser decidido por el gobierno entrante. El entrante Pérez
Balladares, a los 5 meses de haber asumido, contrató la obra por USD 325
M. Martinelli, por su parte, perpetró la compra de los Corredores Norte
y Sur como otro negociado de la Mafiocracia con una posible lesión
patrimonial (coima presunta que le llaman) que el Centro de Estudios
Estratégicos (CEE-Panamá) calculó minuciosamente e irrebatiblemente en,
al menos, en USD 603 M.
Es cosa de estilos. Luciano era un intelectual del crimen. Capone daba mazazos.
P.- ¿Existen nombres conocidos sobre los cuales cae algún manto de sospecha?
R.- ¿Un ‘manto’, die
Ud?. ¡ Toda una carpa !. Un elemento que quizá llame a confusión es el
hecho de que algunas de las más conspicuas figuras del Gobierno
Martinelli – Papadimitriu, Shamah, Mulino, Suárez, Cortés, Ho,
Molinar,…- no pertenecen a lo que coloquialmente se denomina la
oligarquía tradicional y sus métodos han brutalizado en escasos 4 años
las prácticas tradicionales del conjunto de la Mafiocracia. Pero tan
exacerbación – vale la pena recordarlo – no hace a lo esencial.
P.- Un fenómeno notorio
para los observadores externos ha sido el fenómeno llamado
“Transfuguismo” en la Asamblea Legislativa de Panamá. ¿Qué nos puede
decir sobre ello?
R.- Sí. Y es un
elemento que puede llamar a confusión porque adopta la forma mediática
de un “masivo apoyo institucional” del que gozaría el Presidente
Martinelli. En dicho ‘apoyo’ juega un rol decisivo, efectivamente, el
caso de los llamados tránsfugas (los que, electos por un partido, se
cambian a otro).
Fíjese Ud. que de los 42 diputados
oficialistas al inicio de su Gobierno (17 CD, 20 Panameñistas, 3 de
Unión Patriótica y 2 del Molirena), Martinelli ha pasado a tener – a
pesar de la ruptura con los Panameñistas -mayoría legislativa absoluta.
“Cada uno de los tránsfugas – afirmó el ex Viceministro Carles – habría
recibido al menos dos millones de dólares”. A tales estímulos materiales
se suman los de orden judicial: 14 diputados ‘tránsfugas’ tienen o
tenían expedientes (casos pendientes, Espadas de Damocles) en la Corte
Suprema de Justicia cuyos Magistrados son ratificados a su vez por los
Diputados. Pero además de los Diputados son casos notorios los de
algunos funcionarios que – al ‘saltar’ – fueron sobreseídos en
diferentes investigaciones que adelantaba el Ministerio Público (también
nombrado por Martinelli y ratificado por los tales Diputados): el
Alcalde Héctor Valdés Carrasquilla de San Miguelito, el de Colón, el de
Chame,…Sin olvidar la fulminante renuncia del alcalde capitalino Bosco
Vallarino luego discrepar con Martinelli y de que se empezara a hablar
insistente y paralelamente en los medios de comunicación de ‘extrañas y
millonarias consultorías’ realizadas en la Alcaldía bajo su mando. Luego
de una reunión personal con Martinelli, renunció en menos de 6 horas y
se recluyó en un Hospital privado. El ‘Stress’ que le llaman.
P.- Se lee en la prensa
internacional que además del FAD hay otras fuerzas no tradicionales que
buscan el poder político. ¿Qué puede decirnos de ellas?
R.- Creo que el plural
está de más. Por una parte hay algunos ciudadanos perfectamente
tradicionales – i.e.,el Lic. Gerardo Solís, ExMagistrado del Tribunal
Electoral, la Lic. Ana Matilde Gómez, ExProcuradora de la Nación – que a
través de postulaciones independientes procuran allegar los apoyos
necesarios para optar uno por la Presidencia de la República, otra por
una Diputación.
También hay ciudadanos y organizaciones,
esos sí no tradicionales, que por el mismo mecanismo han postulado a
cargos de elección, i.e., la Lic. Priscilla Vásquez, dirigente en la
Caja de Seguro Social y miembro del Partido de los Trabajadores que
postula a una Diputación por un Circuito de la Capital en el cual ya
hizo un papel muy relevante en las pasadas elecciones como Candidata a
Representante de Corregimiento. Por otro lado está el Movimiento MIREN
que impulsa la candidatura del Prof. Juan Jované a la Presidencia de la
República.
P.- ¿Qué fuerza o alternativas reales de poder representan estos que Ud. denomina no tradicionales?
R.- Es difícil decirlo.
En el caso de la Lic. Priscilla Vásquez creo que tiene buenas
posibilidades de obtener la Diputación a la cual postula, sobre todo si
cuenta con el apoyo de la militancia de otras fuerzas políticas más
numerosas y organizadas, lo cual no veo nada descartable.
P.- ¿Y en el caso del Prof. Jované?
R.- El caso del
Movimiento Independiente de Refundación Nacional (MIREN) es otra cosa.
Entiendo que con la candidatura del Prof. Jované, que ya hizo un intento
fallido en el año 2009, simpatizan principalmente profesores y alumnos
universitarios. También he visto que aparecen suscribiendo algunas de
sus declaraciones algunos directivos de gremios importantes, a título
individual, i.e. de la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE), un
gremio importante y combativo y algunos directivos de algunos sindicatos
(de la Coca-Cola, de la Empresa Estrella Azul,…), todos ellos
respetables en su opción.
No obstante, discrepo de su
planteamiento – por ejemplo – del 6 de Junio pasado – en el cual se
presentan y cito: “Invitamos a todos los activistas a participar en
estas y otras actividades de la campaña de apoyo al Prof. Jované en su
lucha, conjuntamente con otros candidatos de MIREN, a otros cargos de
elección popular, a la toma del poder en 2014, como única opción del
movimiento popular” (sic). (Negritas en el original)
P.- ¿Desea agregar alguna otra información?
R.- Sí porque creo que
en este tipo de situaciones el conocimiento de la Historia ayuda a
centrar el análisis. Permítame pues una digresión al respecto: es
recurrente, especialmente en la primera mitad del siglo XX Panameño, la
presencia de individuos e incluso de amplios sectores de la pequeña
burguesía intelectual organizando, conduciendo y al frente de
movimientos de masas y populares: es el caso del Movimiento
Inquilinario, de Acción Comunal, del Frente Patriótico de la Juventud,…
Pero tales prácticas, con todo lo
positivo y favorable que fueron en su momento a los intereses populares,
hoy llegan incluso a ser un lastre (por lo ilusorio) en la conciencia
(y especialmente en la práctica) del nuevo momento histórico que
vivimos. Me explico.
Hoy, la desconfianza de los trabajadores
y de los sectores populares de y en las bases frente a los
‘intelectuales’ que aspiran a conducirlos, a dirigirlos, a utilizarlos,
es manifiesta y plenamente justificada. No es con declaraciones
altisonantes ni haciéndose espacios a codazos en las manifestaciones
populares, ni intentando encaramarse en las olas de la protesta
ciudadana – como una suerte de surfistas político-sociales - como se
sirve aquí y ahora al movimiento popular, a sus luchas y a su desarrollo
organizativo, ideológico y eventualmente político, sino poniéndose a su
disposición, a su servicio, aportando a sus demandas concretas y
acompañando sus luchas. Ese y no otro es hoy el rol eficaz de los
intelectuales.
“La intelectualidad - apunta
certeramente Aníbal Ponce – es levadura indispensable de la revolución”.
‘Levadura’, pero la harina, la sal y el amasado corresponde a quienes
son el sujeto histórico-social del cambio: los Sectores Populares
conscientes y organizados. Confundirlo en la teoría es idealismo. En la
praxis es oportunismo.
Y a propósito del rol de los
intelectuales (ahora sin comillas) y la afirmación de su rol de
subordinados a, al servicio de…vale la pena recordar un pasaje que a
todos se nos quedó prendido en la memoria : “El 26 de Enero de 1848, el
Comité Central de la Liga de los Comunistas, residente en Londres, envió
al Comité Regional de Bruselas la siguiente enérgica advertencia : “El
Comité Central, por la presente, encarga al Comité Regional de Bruselas
comunique al ciudadano Marx que si el Manifiesto del Partido Comunista,
de cuya redacción se encargó en el último Congreso, no ha llegado a
Londres antes del Martes 1º de Febrero del año en curso, se tomarán
contra él las medidas consiguientes. En caso de que el ciudadano Marx no
cumpliera su trabajo, el Comité Central pedirá la devolución inmediata
de los documentos puestos a disposición de Marx”. La nota lleva la firma
del tipógrafo Carlos Schapper, del relojero José Moll y del zapatero
Enrique Bauer”.
En el caso que me pregunta, y para
cerrar un tema que creo que no dá más de sí, el Prof. Jované llegó al
importante cargo de Director de la Caja de Seguro Social-CSS (la más
poderosa y numerosa empresa del país si atendemos a sus recursos y a su
número de empleados) gracias al esfuerzo en las calles del conjunto de
los trabajadores organizados. A muy pocas semanas de haber asumido el
cargo y a su expresa solicitud se le entregó en Octubre de 1999 un
Diagnóstico profesional, certero, documentado y exhaustivo de la
situación de la CSS y un Plan de Acción Mínimo que le hubiese permitido
hacer una labor al menos aceptable a favor de los Sectores Populares
que lo habían colocado – con manifestaciones de calle - en tan relevante
posición.
Tal Informe – extraordinariamente
revelador – y hecho público años más tarde para que quedase constancia
histórica, puede consultarse en la siguiente dirección electrónica: http://bellaciao.org/es/article.php3?id_article=2026
Muy lejos de tales lineamientos o
sugerencias, la labor del Prof. Jované al frente de la Caja de Seguro
Social fue, por decir lo menos, lamentable, mediocre y básicamente
apoyada por dirigentes amarillos del movimiento popular que pronto se
vieron cuestionados, sobrepasados y superados incluso por un Gobierno de
funcionarios tan ineptos como el encabezado por la Presidenta Mireya
Moscoso.
En mi opinión muy personal – y reitero
que no tengo ningún cargo de responsabilidad en el FAD y hablo
exclusivamente como uno de los 82,000 ciudadanos que nos inscribimos en
él – sería muy conveniente que, resueltos los trámites de plena
inscripción y legitimación del FAD a partir del Congreso que han
anunciado para el 10 de Agosto próximo - una Comisión Ad Hoc del FAD
tomara contacto formal con los dirigentes y sobre todo con las bases de
algunos de los sectores populares que de alguna manera han expresado
algún grado de simpatía por esto que hemos llamado sectores políticos
no tradicionales.
Pero sobre el carácter de tales
contactos, permítame una última consideración – esta vez de orden
teórico - para cerrar el tema: Nunca en la Historia ninguna clase ha
logrado instaurar su dominio o su presencia significativa si antes no ha
promovido a sus propios jefes políticos, a sus propios representantes
capaces de organizar el movimiento popular, hacerlo avanzar y dirigirlo
en sus luchas. Sería una costosa utopía – en el peor sentido de la
palabra – pretender que personas, aún cultas y aún plenas de buenas
intenciones se erigieran en administradores de los intereses de los
Sectores Populares, en “dirigentes de los dirigentes”. Han de ser los
Sectores Populares mismos, “los que acumulan con su trabajo las
riquezas, crean los valores y hacen andar las ruedas de la Historia” los
que, con sus propios jefes tomen en sus manos su propio destino. No hay
de otra.
P.- ¿Qué posibilidades reales tiene el FAD de llegar al poder en las elecciones de Mayo del 2014?
R.- Oiga, ¿acaso pretende Ud. que me expulsen por infidente del primer partido en el cual me he inscrito?
Vamos por partes. Primero, reitero una
vez más que no tengo ningún cargo de ningún tipo en el FAD. Más aún ni
siquiera he sido hasta ahora “Militante” del FAD puesto que entiendo la
militancia como una tarea permanente, cotidiana, con disponibilidad de 7
días a la semana y de 24 horas al día. En tal sentido y como yo lo
entiendo, no he estado militando en el FAD sino que soy un miembro del
FAD que espera empezar a militar en el mismo. Hecha tal aclaración, les
doy mi opinión personal.
El FAD no va a ganar las elecciones de
Mayo del 2014 si por tal entendemos llegar a la Presidencia y ganar una
mayoría parlamentaria. Creerlo es iluso y hasta peligroso.
Permítanme precisar algunas ideas al respecto.
En los Partidos Tradicionales o
Partidocracia – que no son sino la expresión política de la Mafiocracia
que tiene distintas caras y se presenta bajo distintas toldas - existen
contradicciones. Hay pugnas intra-partidarias e inter-partidarias. Es
obvio y sería ocioso listar los nombres que todos conocemos al interior
de los principales partidos y detallar cómo se alinean, se realinean, se
desalinean y vuelven a alinearse. Lo cual no quiere decir que la
Partidocracia esté en una crisis terminal ni mucho menos. Está golpeada,
muy desprestigiada, han perdido direccionalidad, nadie les cree nada,
sus pugnas por el asalto a los recursos del Estado y/o desde el Estado
se agudizan,….pero aún son muy fuertes y por el momento – es bueno no
olvidarlo - son mucho más fuertes que nosotros. Discrepo, pues, de
quienes piensan que en Panamá existe una Partidocracia en crisis
terminal. No es así. Discrepo más aún de quienes desde el Partido del
Pueblo han llegado a decir a principios de este año que vivimos en una
crisis pre-revolucionaria. Aunque esto no es extraño: más allá del
respeto que merecen y que personalmente tengo por varios de sus
dirigentes, objetivamente el Partido del Pueblo de Panamá ha
desarrollado en Política y Análisis lo que en Biología se denomina
Automatismo: abren la boca y meten la pata.
La Partidocracia, digámoslo de una vez,
goza de buena salud. Los Partidos Tradicionales representan todos, sin
excepción alguna, a la misma Clase Dominante, a los mismos intereses
globales que se expresan en distintas fuerzas y a través de distintos
partidos: CD, PRD y Panameñistas principalmente. Hay otros que son
Partidos-Comodines o Comparsas (i.e., Molirena,) y otros - demócrata
cristianos - que para sobrevivir han llegado a desarrollar una infinita
elasticidad de criterio en materia de alianzas hasta convertirse - vaya
todo mi aprecio y respeto para las sacrificadas trabajadoras del sexo –
en ‘la puta del pueblo’.
La Partidocracia en su conjunto recibe,
además, permanentes tranfusiones por la vía del “clientelismo político”
que la ayudan a un mejor pasar a costa de unos pocos dólares, unas
bolsas de comida, unos sacos de cemento o algunas planchas de zinc
entregadas a un pueblo que sufre pobreza, extrema pobreza, miseria y
tiene que conformarse con una canasta alimenticia que sitúa el consumo
calórico real por debajo de 1700.
No hay que ilusionarse falsamente y para
ello debería bastar responderse a la pregunta clásica: ¿Es que acaso
los de arriba ya no están en condiciones de seguir viviendo y gobernando
como antes y hasta ahora o que los de abajo tienen ya plena conciencia
de la imposibilidad de seguir viviendo como antes y exigen y pueden
imponer cambios?
La respuesta es obvia más allá de los
resultados CD, PRD o Panameñistas en Mayo del 2014: lo importante no es
el Partido que gobierna sino la clase social que tiene el poder.
En el FAD estamos empezando a construir
un Instrumento Partidario para representar a las grandes mayorías, a los
Sectores Populares, al conjunto de las Clases Dominadas. Este es un
proceso lento que se va construyendo en la experiencia. Concebido como
lo concebimos, el Instrumento Partidario debe servir para abrir un
espacio que permita, facilite, impulse… el que los Sectores Populares
hagan lo que su nivel de conciencia y organización les permite en esta
etapa. Los Sectores Populares tienen que hacer sus experiencias y las
opiniones se irán construyendo en torno a las experiencias que se vayan
haciendo: este es el sentido y el alcance del Instrumento. No somos un
Partido como los demás.
P.- Entonces, ¿qué aspiran lograr para Mayo de 2014?
En la misma formulación de su pregunta se puede distinguir entre lo que otros llaman Partido y nosotros llamamos Instrumento.
¿A qué aspiramos, qué pretendemos…?.
Utilizar el Instrumento para apoyar el avance de la Conciencia y la
Organización de los Sectores Populares. Para avanzar en la Participación
organizada de las Clases Dominadas, para multiplicar Asambleas,
Reuniones, Cabildos Abiertos,….Democracia Real Participativa,
Concientizadora y Organizadora.
¿A qué aspiraría yo personalmente
(reitero ya majaderamente que a ese exclusivo título hablo aquí)? A
lograr un número significativo de Diputados, de Representantes de
Corregimientos y quizá algunas Alcaldías medianas.
Para nosotros se trata de alcanzar estas
representaciones que deben servir para desarrollar la Conciencia y la
Organización, para contribuir a elevar el nivel político de nosotros
mismos y de los Sectores Populares, no en función de ninguna prebenda ni
beneficio personal, para prepararnos mejor, para estudiar soluciones
reales, para luchar por ellas.
Esto – clientelismo mediante – no nos
será fácil. Como no ha sido fácil inscribir a 80 u 82,000 personas sin
ofrecer una bolsa de comida, ni un bloque, ni un saco de cemento ni un
billete de USD 10 o USD 20 como – nos consta – ha hecho la Partidocracia
en los meses recientes y a pocos metros de nuestras mesas de
inscripción.
P.- Por lo que dice, parece que la lucha no es fácil.
R.- Por supuesto que no
será nada fácil. Más aún, dada la putrefacción política y social que
estamos viviendo, incluso ser capaces de ganarse la confianza de los
Sectores Populares será difícil: “¿Cómo sé que no van a ser la misma
vaina cuando lleguen, que no se van a vender como han hecho siempre
todos? Quizá la respuesta a ello sea tomar medidas clarísimas, públicas,
transparentes y permanentes.
Por ejemplo, no sé si será viable
legalmente lo que voy a decir pero en mi opinión todo candidato a
cualquier puesto de elección del FAD debería comprometerse por escrito,
formalmente, de manera exigible, a renunciar de antemano a todas las
prebendas que muchos de los cargos conllevan: sueldos que son un insulto
a la pobreza de nuestro pueblo y que podríamos restringir: un 50% del
salario, de los viáticos o dietas deberían entregarse regular y
controladamente a las Estructuras de Finanzas del Partido; se podría
exigir una renuncia expresa a todas las prebendas que son un insulto a
la pobreza de nuestro pueblo: las exoneraciones de autos, los celulares
no pagados, los combustibles del Estado,….Podemos renunciar a todo ello
porque el problema esencial de nuestra inexistente Democracia es un
problema Ético, porque somos distintos, porque no creamos un Instrumento
para asaltar los recursos del Estado ni para aprovecharnos de los
puestos de representación popular como ha sido lo tradicional, incluso
la razón de ser de la Partidocracia y de la clase dominante que
representa.
P.- ¿Cuál es el Programa del FAD?
R.- Mire, en el
Congreso que está previsto para el 10 de Agosto deberemos ajustar
nuestro Programa, nuestros Estatutos, etc. Pero si tuviera que darle una
respuesta aquí y ahora me atrevería a decir que el Programa del FAD es
el de un Partido Pluralista, Amplio, Democrático, Sin Dueños, Abierto a
todos los ciudadanos honrados, patriotas, decentes, éticos. Quizá el
nuestro – bastaría - podría ser el Programa de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos que aprobó la ONU en 1948 y de la cual Panamá es
signatario.
Dada la precaria situación en que
vivimos, con la 2ª peor distribución del ingreso de América Latina sólo
superados por Haití, dado el Estado delincuencial que padecemos desde
hace décadas, es – no lo dude – un programa “revolucionario”. Permítame
leer algunas pocas líneas de dicha Declaración que hemos utilizado en
estos días aquí. Basten 2 de sus artículos(23 y 25) : “Toda persona
tiene derecho al trabajo…y a la protección contra el desempleo …tiene
derecho a una remuneración que le asegure a él y a su familia una
existencia conforme a la dignidad humana….tiene derecho a formar
sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses…..toda
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios…tiene derecho a seguro en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida
de sus medios de subsistencia”. Eso, hoy y allí, es un programa
revolucionario.
P.- ¿Cómo podemos obtener el conjunto de los materiales que ha expuesto Ud. aquí en estos dos días?
R.- Bueno, los amigos
del Instituto Latinoamericano han estado grabando toda la intervención y
Don Alfonso Palacios Echeverría me ha prometido una copia de dichas
grabaciones. Espero, al llegar a Panamá, que los compañeros del Centro
de Estudios Estratégicos (CEE-Panamá) que me honro en dirigir, puedan
hacer la desgrabación y publicarla en nuestra página web
http://www.centrodeestudiosestrategicos-cee-panama.org/ en el transcurso de los próximos días, en todo caso antes de que termine el presente mes.
P.- Muchas Gracias.
R.- No. Soy yo el que
debe darlas. Tanto por el rico intercambio que hemos sostenido en estos
dos días como por la oportunidad de dar a conocer algunos elementos de
nuestra Patria y afanes en el Frente Amplio por la Democracia (FAD). La
tarea es larga, lenta y difícil. Pero ya logramos iniciarla. En alguna
oportunidad, comenté las palabras de un asistente al Acto de
Presentación del FAD en Julio de 2011. No supe su nombre ni a qué sector
pertenecía, pero su origen de clase era evidente. Creo que resumió
magistralmente la tarea que nos hemos impuesto: “Tenemos un problema
serio porque no tenemos plata…Pero bueno…ellos tienen un problema peor:
Nosotros no tenemos precio”.
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