“La juventud panameña debe tomar conciencia y prepararse
organizadamente, para combatir a todos aquellos que pretendan pisotear
la moral del pueblo, sangrando así sus intereses”. Jorge Camacho
Jorge Antonio Camacho Castro fue estudiante secundario del Instituto Nacional donde se destacó como dirigente estudiantil del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre FER-29, graduándose en 1975; luego, muestra de su búsqueda de superación académica y personal, ingresa a la Universidad de Panamá
a la Facultad de Filosofía, Letras y Educación donde estudia la
Licenciatura en Filosofía e Historia. Su paso por ambas instituciones
educativas moldearon, sin lugar a dudas, su pensamiento y acción.
Ejemplo del dirigente estudiantil revolucionario, disciplinado, combativo y responsable. Militante a carta cabal.
En esos días se esperaba la llegada del presidente Jimmy Carter a Panamá
para los procesos de ratificación del Tratado Torrijos-Carter, los
cuales habían sido negociados a espaldas del pueblo panameño y firmados
en 1977. Los grupos estudiantiles universitarios, de las escuelas
secundarias y sectores populares organizaban entonces acciones de lucha y
protesta por la visita del Presidente de Estados Unidos (EU) a Panamá.
Dada la visita del representante del Imperialismo en Panamá, los cuerpos de seguridad del Estado y más de 20 agencias de seguridad y espionaje de EU, se encontraban en Panamá
para la “protección” del Presidente estadounidense. Bajo las sospechas
de acciones de protesta de grupos universitarios, los cuerpos de
seguridad nacional se encargaron de iniciar una cruenta represión del
movimiento popular.
Debemos entender que para que los tratados fueran aprobados por el Senado de los Estados Unidos, Panamá
se veía en la necesidad de adoptar una “apertura democrática”, por la
cual posteriormente se legalizaron unos pocos partidos políticos,
permitiendo cierto nivel de libertad periodística y el regreso de varios
exiliados políticos.
Sin embargo, a los tratados se opuso
gran parte de la población, pues no eran más que otra versión de los
llamados "Tratado Tres-en-uno" o Robles-Johnson, mismos que habían sido
desenmascarados por Floyd Britton años antes y rechazados por Panamá en 1967, precisamente porque, entre otras cosas, perpetuaban la presencia de Estados Unidos en territorio panameño.
El movimiento popular se encaminaba a la NO RATIFICACIÓN de estos tratados. Producto del mismo, se produjo la inmolación en Suecia de Leopoldo Aragón
y varias personas fueron encarceladas tras recibir golpizas
públicamente propinadas por la Guardia Nacional. Al final los tratados
fueron impuestos y firmados por el presidente de Estados Unidos, Jimmy
Carter y el dictador Omar Torrijos Herrera.
Pero el movimiento estudiantil de la época no se quedaría de brazos cruzados ante tal traición a los intereses nacionales.
Jorge Camacho había
dirigido en la mañana, junto a estudiantes del Instituto Nacional, un
intento de protesta ante la tarima en donde se pronunciarían los
discursos. Esto no se concretó porque, al llegar los estudiantes a dicho
lugar y ver los agentes de seguridad sus intenciones, subieron a los
obreros a la tarima evitando que los estudiantes llevaran a cabo su
cometido.
Sin embargo, se conoce que Jorge Camacho ya había recibido con
antelación varias golpizas a manos de elementos de la Policía; lo que
ocurrió la noche del 14 de junio no fue un hecho aislado o fortuito: fue
amenazado, en varias ocasiones, por ser un elemento estudiantil que no
podía ser comprado por el gobierno.
Había que eliminarlo de alguna manera. En los hechos de violencia tuvieron participación el Frente Antiimperialista Universitarios (FAU) vinculado al Partido del Pueblo, el Frente de Reforma Universitaria (FRU) brazo político de la Federación de Estudiantes de Panamá
(FEP) y elementos del G-2 de la Guardia Nacional. El objetivo era
cerrar la Universidad e impedir las protestas por el rechazo a la
llegada de Jimmy Carter a Panamá.
En horas de la noche del 14 de junio de 1978 se
produjo un apagón dentro del Campus Universitario y se registró un
tiroteo aprovechado para herir a varios militantes de las organizaciones
populares. Así, proceden a asesinar y herir a varios estudiantes del
movimiento popular (principalmente del FER-29)
en la Universidad de Panamá, al mismo tiempo que desatan una cacería de
dirigentes obreros e intelectuales. Esa noche en la Universidad, se
escuchaban detonaciones de armas de grueso calibre, incluso automáticas
desatando una masacre y un saldo de decenas de heridos y dos muertos: el
joven Demóstenes Rodríguez y de un disparo certero en la cabeza el
reconocido dirigente Jorge Antonio Camacho, a manos de agentes del G-2 vinculados a la CIA.
El cuerpo de Jorge Camacho fue entregado por las autoridades después
que el presidente James Carter salió del país, a pesar de las reiteradas
solicitudes de los familiares. Al entregarlo, las autoridades pidieron
discreción en el entierro; sin embargo, la familia organizó una notoria
ceremonia en la cual participaron miles de personas, convirtiéndose en
la manifestación más grande hasta ese momento durante la Dictadura Militar, para tratar que ese crimen no quedara impune. La familia de Demóstenes Rodríguez fue discreta al realizar las honras fúnebres.
Jorge Camacho, había demostrado
convicciones revolucionarias, demostró que no podía ser comprado por el
Gobierno, y por eso fue asesinado. Pero a pesar de la violencia
desatada, las organizaciones populares lograron salir más fortalecidas.
Por otro lado, las dirigencias estudiantiles entregadas a los intereses
de la Dictadura, finalmente desaparecen, como la FEP y el FRU (Frente de
Reforma Universitario).
Valiéndose del nefasto Decreto No.144 (Ley Mordaza creada por los militares y el PRD), se cierra la Universidad de Panamá,
bajo las órdenes del Ministerio de Educación por más de 1 mes, borrando
así toda evidencia de su asesinato. Incluso los periódicos fueron
víctima de censura y presiones por parte del Régimen Torrijista para
tratar de invisibilizar el asesinato de Camacho. Se constituye así, un
episodio más de la larga cadena de represiones, desapariciones y
asesinatos del sangriento Régimen Torrijista.
En 1991 se solicitó un auto de
enjuiciamiento a los implicados en el asesinato de Jorge Camacho. Pero
en 1994 y luego en 1995, durante el Gobierno neoliberal del perredoso
Ernesto Pérez Balladares, se indultó a los implicados en el crimen,
dejando el mismo impune.
Exhortamos a una profunda y seria
reflexión de estas palabras del Compañero Camacho que son un llamado a
despertar del largo sueño embrutecedor con que la burguesía y la
oligarquía nacional e internacional nos quiere mantener permanentemente:
“Sólo la claridad de los objetivos, la sagacidad política, y la
plena disposición de militancia serán las garantías del avance de las
organizaciones que como la nuestra, luchan por un futuro justo y
democrático... Y la concreción de ese futuro avizorado por nuestros
mártires. En ese camino truena nuestro andar y el de ellos: Ni la represión ni la muerte podrán detenernos.”
A 35 años de tu vil asesinato:
TU SANGRE DERRAMADA, JAMAS SERÁ OLVIDADA!!
TU SANGRE DERRAMADA, JAMAS SERÁ OLVIDADA!!
HONOR Y GLORIA A LOS MARTIRES DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL PANAMEÑO!
CAMACHO VIVE VIVE, LA LUCHA SIGUE SIGUE!!
EL FER-29 NI SE RINDE NI SE VENDE!!
EL FER-29 NI SE RINDE NI SE VENDE!!
FRENTE ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIO 29 DE NOVIEMBRE
FER-29 PANAMÁ
FER-29 PANAMÁ
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