17/9/11

Capitalismo y Fascismo: expresión política del Gobierno de Martinelli

Ante la evidente y vergonzosa crisis política e institucional del estado panameño, se hace imperativo romper el circo informativo que mantiene al pueblo a las espaldas de los que realmente ocurre en nuestro país, los negociados millonarios disfrazados de soluciones sociales y la inmoralidad de los gobernantes, que en sus inescrupulosas ansias de poder, no miden las consecuencias que para el pueblo, tienen sus acciones.

Esta crisis política que vive la sociedad panameña, asume un punto elevado con la notificación de destitución que hace el Presidente de la Republica, Ricardo Martinelli, por medio de la página electrónica del Panamá América, del cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, al vicepresidente de la Republica y Presidente del Partido Panameñista Juan Carlos Varela. Más aun, transcurrido un par de horas, esta destitución aparece en Gaceta Oficial, con la firma del primer mandatario. “El peñón de Gibraltar” se hace añicos y se rompe la alianza entre las dos fuerzas políticas: partido Cambio Democrático y el Panameñismo.

La coyuntura política revela al desnudo, que el presidente ha puesto en primer lugar, los intereses de poderosos sectores económicos nacionales y transnacionales, por encima de los intereses políticos, que hasta el 30 de agosto, mantenía con el partido Panameñista.

Cuando se abre esta caja de Pandora, salen a relucir otros demonios como los fuertes señalamientos que hace publico el ex contralor Alvin Weeden, quien acusa a Martinelli de estar nombrando a diestra y siniestra a “queridas” en el servicio exterior, en la administración de justicia, e incluso arroja vínculos que mantiene con el narcotráfico, pues una de las detenidas en México, precisamente por ese expediente, tenía relaciones sentimentales con el mandatario; amen que es de conocimiento público, que su primo Martinelli Corro, detenido por narcotráfico en México, llego a desempeñar el cargo de Tesorero del Partido Cambio Democrático, cuestión que reflejaba los vínculos del hoy mandatario con el narcotráfico internacional.
Recordemos las anteriores publicaciones de un diario digital centroamericano que denunciaba en su momento, que el lavado del dinero producto de la narco-mafia mexicana se hace en Panamá a través de las empresas del presidente Martinelli.

Otro de los translucidos fantasmas que recorrer esta administración, es el negociado permanente con la compra de insumos, los proyectos “llave en mano”, la construcción de carreteras y otras infraestructuras, a precios exorbitantemente elevados, y con pliegos de cargos diseñados para favorecer a las empresas de las familias y sectores allegadas al presidente de la Republica. Es decir, si los gobiernos anteriores robaron a mansalva, este se ha especializado de tal forma que a través del estado están amasando fortunas multimillonarias, y lo disfrazan de tal manera, con la complicidad mediática, que el pueblo termina por aplaudirles el hurto cometido.

El presidente Martinelli viene confeccionándose su traje de dictador poco a poco, anulando de hecho la constitución política, pues la Asamblea Nacional está dedicada a legislar no solo al margen de esta magna carta sino por encima de ella e incluso contradiciéndola, generando un régimen autoritario, en el cual no se le garantiza ni la vida ni la alimentación ni la seguridad de la ciudadanía. Tanto el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y la Policía Nacional convertida en ejercito para reprimir al pueblo, están bajando la tutela del dictador Martinelli, para servirle a sus oscuros intereses.

Todo este mar de acontecimientos, donde la institucionalidad política burguesa, amarrada con los sectores de la derecha empresarial, se pone en cuestión, se desarrolla en momentos que los sectores populares de manera creciente, empiezan a resistir con firmeza y energía de los problemas que para ellos son más importantes: el alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana, la bacteria KPC, el deterioro de los servicios sanitarios y de la infraestructura educativa. Estos son los verdaderos elementos de crisis para el conjunto del pueblo, que aposto en la contienda electoral pasada, por un verdadero y profundo cambio.

La coyuntura preñada de desaciertos, muestra con toda intensidad la descomposición acelerada del modelo político centrado en la Partidocracia política, divorciada de las principales demandas del pueblo.

Han inculcado y enraizado malas prácticas en el pueblo panameño, que han traído como consecuencia que se elijan a representantes, diputados, alcaldes y presidentes con un nulo grado de responsabilidad social e integridad moral.

Es por esto que hacemos un enérgico llamado al pueblo panameño, a actuar con efectividad ante la crisis nacional, a desobedecer a este régimen de imposiciones y amenazas, y a construir solidaria y responsablemente la alternativa real de los pobres, de los marginados, de los excluidos.

Frente a un sistema que no deja opciones ni a los pobres ni a la clase media ni a los intelectuales, ni a los verdaderos artistas ni a la juventud, estamos convencidos que la alternativa antes mencionada es inscribirnos en un partido en el que todos vamos a aportar a su formación con nuestras ideas y esfuerzos: en el Frente Amplio por la Democracia FAD.

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