Venía de entregar sus credenciales
al loco como nuevo Embajador de Estados Unidos en Panamá. El acto
protocolar le permitió comprobar que el loco estaba peor de lo que
pensaba. Abordó su auto y llegó a la Embajada en Clayton. Las
instalaciones lo impresionaron. El conoció el viejo edificio en la
Avenida Balboa, pero esto es en verdad un gran complejo militar. Vio
pasar unos animalitos. Preguntó qué eran. Un empleado le respondió:
“Son ‘gatos solos’, Sr. Embajador”. Pensó, por qué si son ‘gatos
solos’, van acompañados. Yo, hace algún tiempo, me hice la misma
pregunta. Investigué, pero como se trata de otro tema no lo compartiré
aquí. En todo caso me pueden escribir al correo:
elkbriao@gmail.com
Jonatahn Farral comenzó a preparar su
agenda. Recordaba como dos senadores que le frenaron su nombramiento
como Embajador en Nicaragua le habían advertido sobre lo que encontraría
en Panamá.
“Robert Menéndez, senador de Nueva
Jersey, y conocido por promover un proyecto para que en caso de darse la
reincorporación de Cuba a la OEA, EU suspendería la aportación de sus
fondos –más del 60% del presupuesto de la organización–, fue uno de
ellos. Este político demócrata de pura cepa, y con raíces cubanas, le
habló de las preocupaciones de la sociedad civil panameña por la
creación de la Sala V en la Corte, y los posibles efectos sobre una
potencial reelección presidencial”.
“Marco Rubio, republicano y senador
junior de Florida, le mostró su preocupación por el afán del presidente,
Ricardo Martinelli, de no soltar el poder, según un artículo del
periodista Andrés Oppenheimer publicado en The Miami Herald en enero
pasado, titulado: “Las dos caras de Panamá”, en el que alababa el
crecimiento económico del país mientras que por otro lado habló de
autocracia sin división de poderes, corrupción, fuga de capitales y
decadencia económica.
Ese día, Rubio le pidió a Farrar que no
dude en levantar su voz ante este tipo de excesos. “El Senado no se
quedará contemplando cómo otro Presidente en la región viola las
instituciones democráticas”, le dijo. (La Prensa, 14 de febrero de
2012).
“A las personas no les gusta dejar el
poder. Algunas veces los presidentes no están listos para irse, pero
tienen que hacerlo’, dijo Rubio al cierre de la audiencia”. (La
Estrella de Panamá, 14 de febrero de 2012).
Farral se mostraba preocupado. Sentía
cariño por Martinelli. Como mandatario es un incondicional de las
barras y las estrellas. Junto a Israel convirtió a Panamá en uno de los
muy pocos países que votan con Estados Unidos en la ONU y otros foros
internacionales. Apoyó el golpe de Estado en Honduras y la invasión a
Libia. Seguía al pie de la letra los dictados en materia económica.
Pero él y los suyos se comportaban como cleptómanos y buscaban
prolongarse en el poder.
Otro tema le preocupaba: FRENADESO y
FAD. Distintos sectores políticos, de diversos signos, le habían
advertido a la Embajada de los avances de esta fuerza popular. Así lo
revelaron los wikileaks. Esto inquieta mucho a Washington.
Sabía que tenía que actuar rápido y
programó de inmediato visitas a las oficinas de los supuestos partidos
de oposición: Panameñista, PRD y Partido Popular. Se reunió con cada
uno de los jefes de esos partidos. A ellos, por separado, los miró a
los ojos y con voz firme y de mando les pronunció estas palabras:
“Mi no comprender porque ustedes no
unir. Ese man loco, nadie controlar y mi país preocupa partido nuevo en
Panamá, ese FAD. Ellos poder jodernos, porque gente estar cabreada.
Mi no saber porqué ustedes pelear si son lo mismo. Unirse, que viene
FAD. Ustedes crear grupo nuevo y ponerse nombre parecido para enredar a
gente. Sumar tontos útiles. Dejar diferencias, no ser “comemierdas”
(Farral trabajó varios años en Cuba). Si no unirse, loco salirse con
las suyas y peor que eso fortalecer FAD. What happens con ustedes. Ojo,
entonces sí todos cantar “El Manisero”.
Todos asintieron con la cabeza y se
comprometieron a poner en práctica de inmediato las indicaciones. El
pasado viernes 15 de junio, sólo dos semanas después de las reuniones
con los partidos, en el local del Partido Panameñista, se anunció la
creación del nuevo frente por la democracia, con la presencia de los
jefes del Panameñismo, del PRD y del Partido Popular. Unidad histórica
proclamaron los medios en una amplia cobertura sobre el acontecimiento,
prueba de estar también en la jugada.
Allí estaban sentados Mitchell Doens,
junto a Juan Carlos Varela y Milton Henríquez. Y yo que pensaba que lo
había visto todo. Con razón mis padres me decían: “hijo, la política es
cochina”.
Pero lo peor no sólo fue eso, sino
observar como autoproclamados izquierdistas, algunos representantes de
la llamada sociedad civil, los candidatos sempiternos, corrían sin
sonrojarse a ser parte de este frente. Me pregunto luego de esto, si
quedará alguna duda de lo que decían los wikileaks. Hoy estoy
convencido que ellos son primero antifrenadeso, su enemigo fundamental,
pues no puede explicarse semejante alianza en los precisos momentos en
que una fuerza nueva, surgida de las entrañas del pueblo, avanza en su
proceso de inscripción convirtiéndose en una real amenaza a la
Partidocracia imperante.
Excluyo de esto a los sectores que, por
una razón u otra, acudieron a ese llamado, pero que han optado por
seguir caminando junto con los sectores populares en lucha, como lo
demostró la masiva marcha convocada por FRENADESO, verdadera muestra de
dignidad y lucha. Vale decir que, además, fueron las fuerzas de
FRENADESO y del FAD las que protagonizaron previamente los actos de
protestas más grandes en los predios de la Asamblea.
Me duele sinceramente por ciertas
figuras que han caído en el juego confundidas por el actuar de sus
dirigentes. Están a tiempo de corregir.
De otros no me sorprende en absoluto.
Son esos dizque independientes que están en búsqueda de candidaturas
para el 2014 y son capaces de aliarse hasta con el diablo. Preparan así
el terreno para retornar a las formaciones políticas a las que antes
pertenecieron y a llegar a compromisos, principalmente con el PRD y el
Partido Popular. Ya lo verán.
¿Y qué creen? Que los que privatizaron
el IRHE, el INTEL, Cítricos de Chiriquí, Cemento Bayano, Air Panamá, el
Ferrocarril, los puertos de Balboa y Cristóbal, la Corporación Azucarera
La Victoria, la Corporación Bananera, los Casinos, los Corredores Norte
y Sur, entre otros, se convertirán ahora en los defensores de los poco
que nos queda del Patrimonio Nacional.
No olvidemos que el propio ex ministro
de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, acaba de confesar que en
cuanto a la venta de las acciones del Estado en Cable and Wireless y los
terrenos de la Zona Libre de Colón, existía pleno consenso entre los
distintos partidos, tanto de Gobierno como de “Oposición”. Por eso,
todos en la Asamblea aprobaron el presupuesto actual que tiene un hueco
de cientos de millones de dólares que pretenden que sea el pueblo el que
lo llene con nuevos impuestos y recortes sociales.
¿O que los mismos que dieron hasta
gratuitamente concesiones hidroeléctricas y mineras, serán de ahora en
adelante los salvaguarda de la naturaleza y de nuestros pueblos
originarios?
¿O los que en sus gobiernos le dieron
garrote al pueblo, asesinaron a obreros, persiguieron a los educadores y
al movimiento popular, violaron derechos humanos y la libertad
sindical, nos brindarán ahora democracia, justicia y acabarán con la
impunidad?
Los que hasta ayer en la Asamblea con
sus votos panameñistas aliados de Martinelli, aprobaron la Ley Chorizo,
la Ley Carcelazo, avalaron reformas para legalizar el transfuguismo,
aprobaron el 7%, y otras medidas antipopulares, junto al PRD y el
Partido Popular, pretenden engañar nuevamente al pueblo con este falso
frente por la democracia.
Sólo la lucha y unidad del pueblo en las
calles acabará con el autoritarismo y barrerá la corrupción. Sólo un
pueblo organizado y consciente, será capaz de acumular la fuerza social
suficiente para crear las condiciones para la autoconvocatoria suya de
una Asamblea Constituyente Originaria, con plenos poderes, que permita
construir un nuevo país, la patria de todas y todos.
Estamos ante la presencia de un vulgar
espectáculo que causa repulsa e indignación en los panameños decentes
que ya reconoce a todos estos partidos como la misma cosa.
Por eso el pueblo debe estar vigilante
en el bendito diálogo que pretende montar la Partidocracia. A cambio de
enterrar la Sala V, bien pudieran llegar a acuerdos frente a la
privatización de las acciones del Estado en las empresas eléctricas y de
comunicaciones y la venta de los terrenos de la Zona Libre de Colón,
tal como en el pasado se han puesto de acuerdo en temas como el no dejar
pasar ciertas reformas electorales que permitan la aparición de
partidos nuevos y mayor transparencia en la procedencia y manejo de los
fondos de los partidos.
Mientras tanto, me siento orgulloso de ser parte de la historia contribuyendo con la inscripción del FAD. Somos ya casi 20 mil.
Se que después de este artículo la ira
de muchos caerá sobre mí. Se que serán capaces de eliminarme de sus
lista de facebook, twitter y de sus correos electrónicos. Pero, no me
importa. Resistiré hasta el fin porque no estoy dispuesto, como ellos, a
servir de alfombra para que estos políticos corruptos se encaramen otra
vez en el Gobierno. Enfermos de protagonismos y ansias de figuración
ya vimos hasta donde son capaces de llegar.
El pueblo no se dejará confundir porque reconoce que sólo existe en Panamá dos frentes auténticos de lucha: el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO) y el Frente Amplio por la Democracia (FAD).
Ya ahora sé quienes el próximo 4 de
julio irán a comer “pork and beans” a la residencia del Embajador. A mí
que no se atrevan a invitarme, porque los voy a mandar ustedes saben a
dónde.
Por ahora le comparto a ese tremendo e incansable equipo de los muchachos de FRENADESO Noticias unas fotitos y un video que me hicieron llegar. Espero sus comentarios.
El K’briao.